Cuenta con una ruta que combina aromas y sabores de esta tierra, a la que suma una apasionante experiencia paleontológica.
En este circuito se puede apreciar la tradicional producción agropecuaria de sus chacras e industrial de sus bodegas.
La producción de vinos se ha concentrado en los alrededores de San Patricio del Chañar y en la localidad de Añelo.
Las variedades plantadas son Chardonnay, Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon, Pinot Noir, Cabernet Franc y Sauvignon Blanc.
Es una de las regiones vitivinícolas más jóvenes del país, pero también, una de las de mayor potencial. Como todas las provincias de la Patagonia, Neuquén posee innumerables atractivos turísticos.
El polo vitivinícola está rodeado de yacimientos prehistóricos, en los que abundan fósiles de dinosaurios. De allí que al circuito de bodegas se lo conozca como la ruta de los «vinos y los saurios».
Esta joven región está centrada en las localidades de San Patricio del Chañar y Añelo, a unos 70 Km de la ciudad capital.
Hasta el momento, el polo vitivinícola está conformado por siete bodegas, de las cuales, seis están en funcionamiento.
Las bodegas son modernas, con diseños vanguardistas y están equipadas con tecnología de última generación.
Las características del suelo y clima son bastante diferentes a las del resto de las zonas productoras, comenzando por la altitud, que no supera los 300 metros sobre el nivel del mar.
La baja humedad, la calidad de los suelos y una amplitud térmica de más de 20 grados C, se aúnan para la obtención de frutos con buena concentración y excelentes características organolépticas.
Los vinos producidos, en general de las variedades Merlot, Pinot Noir, Malbec, Cabernet Sauvignon, Chardonnay y Sauvignon Blanc, tienen muy buena calidad, con notable acidez y excelente color, aptos para una larga guarda en botella.
Las bodegas han conformado aquí un verdadero centro turístico, con restaurantes y propios de primer nivel y próximamente alojamientos y spa en las viñas.