La vitivinicultura constituye la actividad más destacada de la agricultura mendocina.
Es tradicional y ha permitido el reconocimiento mundial de sus productos.
1.221 bodegas producen casi 10 millones de hectolitros al año.
Las principales variedades aquí cultivadas para vinificar son: Cabernet Sauvignon, Malbec, Merlot, Syrah, Barbera, Riesling, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Chenin, Ugni Blanc, Semillón.
En la zona norte provincial se producen principalmente vinos blancos y tintos jóvenes, en tanto que en el Este se encuentra el área de mayor producción vitivinícola.
Mendoza es la principal provincia vitivinícola de la Argentina y desde julio de 2005, una de las ocho capitales del vino de reconocimiento internacional («Great Wine Capitals»).
Posee alrededor de 150.000 hectáreas cultivadas con vid y más de 1.200 bodegas, distribuidas en cinco regiones, de las cuales, cuatro proponen circuitos turístico-enológicos.
La provincia ofrece todos los paisajes, especialmente aptos para el turismo activo. Nieve, ríos, montañas, lagunas, cuevas, desiertos, reservas de flora y fauna, y ciudades pintorescas.
Mendoza es una provincia con múltiples facetas y alternativas, en especial para las catalogadas como «turismo aventura o deportivo».
El esquí es una de las más importantes y se desarrolla en tres centros: Las Leñas, Potrerillos y Vallecitos. Los ríos Mendoza, Atuel y Diamante son aptos para la práctica del rafting. Cabalgatas (inclusive en la nieve), buceo en altura, mountain bike, trekking, parapente, rappel y montañismo van alternándose en cada circuito.