¿Alguna vez pensaste en viajar muy, muy lejos? Estos 5 destinos mágicos que parecen lugares de otro planeta en Argentina.
Estos lugares te van a hacer sentir que estás en otro mundo!!
Conocelos y empezá a planear tu escapada…
Un impresionante laberinto de piedras blancas, un desierto negro reconocido como una de las regiones del planeta con mayor densidad de volcanes y el salto de un río que cae al vacío desde 60 metros de altura.
Estos son solo algunos de los lugares soñados y mágicos que vas a conocer a continuación.
Todos ellos nos dan la sensación de estar en algún planeta muy lejano o en un mundo no explorado.
Vas a comprobar que no necesitás cruzar la frontera para conocer paisajes increíbles.
Con esta nota vas a viajar a algunos destinos que parecen sacados de un cuento, o que parecen formar parte de una realidad paralela.
Argentina está repleta de Lugares de otro planeta que valen la pena conocer, únicos en el mundo, no dejes de conocer todo tu país que, sin duda, te va a sorprender!
1. Campo de Piedra Pómez – Catamarca
A 10 km. de El Peñón y a 63 km. de Antofagasta se encuentra este inmenso y único Campo de Piedra Pómez.
De lejos, parece solo una mancha enorme.
De cerca, es un inmenso laberinto blanco de gigantescas piedras que parecen dólmenes, con formas y tamaños diversos, que se van desperdigando en un paisaje incomparable, más propio de la imaginación o los sueños.
Pero existe.
Parece algo así como la luna en la Tierra.
Del Campo de Piedra Pómez sorprenden muchas cosas.
Para empezar, es un paraíso geológico, natural y paisajístico único en el planeta.
Por más que lo busquen, no encontrarán otro el mundo de características similares.
Pero resulta todavía más sorprendente que toda esa inmensidad sea producto de la lava de un volcán y del singular talento del viento que sopla en la Puna, que ha ido tallando formas inauditas y realmente sublimes, con ángulos rectos o con confines sinuosos.
Lo ideal es perderse. Y pasearlo. Abandonar la cámara obsesiva por la instantánea perfecta y ser testigo vivencial de semejante espectáculo.
Podés recorrer el laberinto, esconderte o subirte en algunas de sus rocas de formas oníricas o caminar sintiendo que pisas otro planeta como si fuera fácil o posible, pero despacio, eso sí, que aún estamos a 3.000 m.s.n.m.
2. Monte Fitz Roy – Santa Cruz
El cerro Fitz Roy o El Chaltén es una montaña sagrada para los patagónicos.
Volcán, bloque de piedra, desafío, admiración, ícono, mito; son algunos de los nombres de esta gran mole de piedra.
Su silueta transmite majestuosidad.
Se ubica en los alrededores de El Chaltén, al norte del parque nacional Los Glaciares y marca el límite con la República de Chile.
Con 3.405 metros, tiene la fama de ser una de las montañas más difíciles de escalar del mundo.
El hielo y viento que recibe en forma constante lo hacen así, incluso con buen tiempo.
Los antiguos habitantes llamaban a esta montaña “Chaltén”, nombre que proviene de “ahónikenk” y significa “montaña que humea”.
Esto se debe a que las nubes se posan casi todo el día sobre su cumbre, por lo que para los antepasados más que un cerro, un volcán.
Expediciones de todo el mundo llegan a la provincia de Santa Cruz con la esperanza de lograr el ascenso.
Desde las alturas, la vista sobre el campo de hielo continental resultan sobrecogedoras, incluso para los escaladores más experimentados.
Para contemplar la imponente presencia de esta montaña, si no se es un avezado andinista o escalador, el plan ideal es realizar un trekking hasta la laguna de los Tres, por un sendero muy hermoso que parte desde El Chaltén y dura alrededor de 4 horas.
Desde allí se accede a una vista majestuosa de este místico cerro de la Patagonia.
3. La Payunia – Mendoza
La Payunia es una extensa región ubicada en el Departamento de Malargüe, al sur de la Provincia de Mendoza.
Este lugar de la precordillera mendocina es, por las particularidades de su relieve, un sitio único de nuestro país que recrea el momento cero del planeta, con un promedio de 10,6 volcanes cada cien kilómetros cuadrados.
Un entorno natural volcánico, con inmensos derrames de lava, rocas basálticas y conos de volcanes que le dan un aspecto lunar.
Un extraño paisaje de características desérticas que concentra más de 800 volcanes en un total de 450 mil hectáreas.
Un inmenso desierto negro que evidencia la intensa actividad volcánica que hubo aquí alguna vez…
Su principal atractivo está dado por las extensas planicies de lava, destacándose en el extraño paisaje el volcán Payún Matrú.
La época de las erupciones volcánicas se acabó hace milenios y sus conos están apagados, aunque quedan las huellas de las explosiones, ríos de lava e inmensos cráteres dentro de los cuales se pueden hacer excursiones, descubriendo a cada paso uno de los lugares de otro planeta de Argentina.
Los extensos parajes desérticos, el color negro de la planicie junto a la flora particular (el colimalil, leñas amarillas) y los picos tan variados generan la certeza de estar en otro planeta, deshabitado y fantástico.
4. Salto del Agrio – Neuquén
Al noroeste de Neuquén, a 370 kilómetros de la capital provincial, se encuentra el Salto del Agrio, un gigantesco salto de agua que cae al vacío desde aproximadamente 60 metros de altura.
Un paisaje sorprendente, uno de los lugares mágicos y escondidos de nuestro país.
El Río Agrio nace cerca del cráter del volcán Copahue, a 2700 metros de altura, y a lo largo de su recorrido se va enfriando y formando increibles paisajes.
Las araucarias y el río, con algunas de sus múltiples cascadas, acompañan el recorrido hasta el final, todo dentro del Parque Provincial Copahue que por sus riquezas naturales ha sido declarado de interés para la comunidad.
Cuando se llega al gran Salto del Agrio, es increíble lo que puede apreciar nuestra vista: un enorme salto de agua cae al vacío y estalla en una pequeña laguna que espera debajo.
Un sonido estremecedor pocas veces escuchado, los colores del agua y de las paredes de roca volcánica ganan la escena, provocando un gran impacto en el espectador, que intenta comprender esta maravilla de lugar.
Hermosos efectos de la luz del sol sobre las piedras se hacen notar, el color oro tiñe absolutamente todo, por lo que es necesario acercarse hasta el espejo de agua para ver la tonalidad verdadera de las piedras que se encuentran en sus orillas.
El Salto del Agrio, es un espectáculo imperdible, otro de los lugares de otro planeta, que convoca a curiosos de todo el mundo.
5. Parque Nacional Talampaya – La Rioja
El área protegida se encuentra en el centro oeste de la provincia de La Rioja.
Abarca una superficie de 215.000 hectáreas.
En 1975 se creó el Parque Provincial Talampaya, teniendo como objetivo central la conservación de importantes yacimientos paleontológicos y arqueológicos.
Fue declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Sus colores rojizos y marrones logran transportarnos a otro planeta, en el que en algún momento reinaron los dinosaurios y otras especies hoy extinguidas.
A cielo abierto, sobre los paredones verticales y grandes rocas, se halla una gran cantidad de grabados figurativos y abstractos que expresan una fusión armónica entre naturaleza y cultura, siendo este lugar uno de los más relevantes del arte rupestre argentino.
La Ciudad Perdida es uno de los sitios de mayor atractivo turístico, por su espectacular belleza panorámica y las extrañas geoformas.
La erosión se produce por la acción del viento y de las lluvias y al ser estas montañas de tierra y areniscas, muchas de estas “esculturas” naturales desaparecerán con el paso del tiempo.
Sin dudas, Talampaya es uno de los lugares de otro planeta de Argentina, que nos transporta a un tiempo pasado, donde nada era como lo que hoy conocemos…