Mezcla de glamour y camping el glamping toma fuerza para ser una alternativa mas que válida el alojamiento tras la pandedemia.
El Glamping se refiere mayormente a unas tiendas rústicas provistas de todos los elementos de confort.
Ofrecen servicios parecidos a que se pueden encontrar en los mejores hoteles, pero en espacios agrestes y de bajo impacto ambiental.
También conocido como campings de lujo podría llegar a posicionarse fuertemente tras la pandemia de coronavirus ya que ofrece actividades para grupos reducidos o familiares en sitios íntimos, confortables y seguros y en contacto con la naturaleza.
Este es un segmento que viene creciendo con fuerza tanto en el país como en todo el mundo desde hace unos tres años y de manera sostenida.
Argentina actualmente cuenta con varios establecimientos dedicados a este segmento y los mismos ofrecen paquetes con pensión completa que incluyen desayunos y comidas orgánicas, jacuzzi, pileta, spa, sesiones se masajes y actividades como trekking, escalada, kayak, rafting y cabalgatas por zonas agrestes, entre otras.
«el coronavirus adelantó al menos en cinco años el crecimiento de este segmento» porque «aceleró las consultas y también las acciones de negocios de empresarios y emprendedores»
dijo a Télam Nicolás Languasco Basy – El fundador de Glamping Argentina,
En la entrevista Basy destacó que «los emprendimientos no solo son de lujo, ya que se van adaptando a una demanda mayor y apuntan a todos los sectores de la sociedad».
Aseguro que en los próximos tres años los glampings llegarán a tener unas 2.000 carpas, pueden ser de lujo, por los elementos de confort, los servicios o la ubicación que tengan, pero ahora también hay posibilidades de que esta modalidad, en algunos casos con apoyo estatal, también pueda tener distintos estándares de calidad.
Glamping Argentina, junto a la Fundación Maima, desarrolla emprendimientos de este tipo y para todo el público en las Salinas Grandes y la selva de Yungas, en Jujuy; Tucumán; El Calafate y El Chaltén, en Santa Cruz; Camino de los 7 Lagos, en Neuquén; Córdoba; Valle de Uco, en Mendoza; y Portal Galarza, en los Esteros del Iberá.
También hay propuestas de este tipo en la costa atlántica, en la zona cordillerana de Mendoza, en el parque nacional Los Alerces, cerca de Esquel, en el cerro Uritorco y en el valle de Traslasierra, ambos de la provincia de Córdoba.
La provincia de Buenos Aires se sumó a este segmento con emprendimientos en Pinamar, en el medio del bosque, en Laguna Brava, cerca de Balcarce, y en el Delta del Tigre.
Este tipo de alojamientos funciona muy bien en Asia, Europa y Estados Unidos, en donde hay alrededor de 5.000 glampings, y tiene un desarrollo incipiente en Panamá, Colombia, Uruguay y Chile.
Será este el futuro cercano del alojamiento turístico?
Sin dudas es un sector que ya venía teniendo un crecimiento previo a la pandemia y que tras ella puede convertirse en una alternativa de alojamiento?