En medio de paisajes del altiplano jujeño se encuentra un pequeño grupo de casas que no logran conformar un pueblo, donde se destaca la Capilla de Tafna.
En el punto más alto de este conjunto de viviendas, sin plaza ni trazado urbano, se levanta está humilde Capilla.
Esta cuenta con una única nave longitudinal y una imponente fachada de dos torres con campanarios.
La Capilla de Tafna se encuentra ubicada a unos 325 kilómetros de Jujuy, en el departamento de Santa Catalina.

Tafna es el último pueblo de la RN 40, antes de llegar a La Quiaca, casi al límite con la frontera boliviana.
En medio del altiplano, situado a 3600 metros de altura y con poco más de 40 habitantes.
Su mayor referencia es su capilla del siglo XVIII refaccionada en el siglo XIX, con una única nave longitudinal, dos torres campanarios y revoque torteado en barro sin pintar.
Allí se levanta esta capilla, de apariencia simple, bella y por suerte en muy buen estado de conservación
Esta fue construida en la primera mitad del siglo XIX, en reemplazo de la levantada un siglo antes.
El tesoro de la Capilla de Tafna
La Capilla de Tafna es famosa además por poseer una colección de varios óleos de la escuela cusqueña de incalculable valor.
Hace un tiempo estos mismos fueron robados y luego devueltos por la autoridades de Bolivia.
Se continúa por lo RP5 en dirección al oeste.
Luego de 44 km aparece Santo Catalina.