Después de haber visitado el Parque Nacional Talampaya, que es Patrimonio de la Humanidad junto con Ischigualasto, en San Juan, declarado por la UNESCO, continuamos nuestra ruta hacia el norte Riojano.
Llegamos a Pagancillo tarde y allí hicimos noche en la estación de servicio «Ruta 76» donde nos recibieron muy bien! Nos dejaron quedar y nos ofrecieron 220V.
Al día siguiente, continuamos hacia Villa Unión. Un pueblo un poco más grande con un «Dique Lateral» muy lindo y tranquilo que nos tuvo como visitantes por tres días, uno de ellos con viento Zonda! Ráfagas muy fuertes que movían a la casa rodante como si fuera un barco y que levantaban tanto polvo en el aire que perdimos de vista las montañas que nos rodeaban y nos permitía mirar al Sol de forma directa!.
La noche siguiente la pasamos estacionados afuera de Turismo de Villa Unión en busca de WiFi! Eso es lo lindo de estos pueblos, son muy tranquilos y uno se puede tomar esas licencias.
Seguimos por la Ruta 76 hacia Villa Castelli, allí visitamos «El Tunel», que es una acequia que brota de una montaña y baja con una pendiente muy pronunciada. La zona esta armada con mesas, fogones, y por supuesto, agua corriente. Nos sentimos cómodos y pasamos allí 2 noches. La tercer noche, fue en la plaza del pueblo! Nuevamente en busca de WiFi – cabe destacar que la señal de datos del teléfono es muy mala – para luego visitar Vinchina.
Llegamos a Vinchina sin tanta expectativa. Sabíamos que había lugares interesantes, pero no esperábamos tanto!_
Fuimos a «Turismo» que resulto ser Cooperativa Laguna Brava Turismo, allí nos recibieron de maravilla, nos quedamos charlando largo rato! La verdad que nos llamó la atención lo bien armado que está el lugar. Tienen un terreno al lado del local donde pudimos pasar la noche, conectarnos a 220V, tener WiFi, baños y agua, un lujo!
Al día siguiente salimos a las 9AM a la Excursión Laguna Brava. Eramos 3 autos en caravana, comunicados por radio con Pedro, nuestro guía. La excursión lleva todo el día, desde las 9:00 hs hasta las 18:00 hs aproximadamente, y se recorren 230 kilómetros! El ritmo es marcado y uno está siempre atrapado por algo interesante.
En el primer tramo, vimos montañas plegadas por el choque de placas. Fuimos haciendo paradas donde pudimos apreciar restos fósiles y formaciones rocosas erosionadas muy peculiares y sumamente interesantes.
Una vez que pasamos estos plegamientos llegamos a Alto Jaguel, un pueblo que tiene la particularidad de haber sido fundado a lo largo del lecho de un río! Su calle principal era el lecho de un río, que finalmente debieron desviar, pero que dejó como resultado una gran diferencia de altura entre la calle y las casas, una diferencia de hasta 2 o 3 metros!
Allí comimos unas ricas empanadas fritas 🙂
Luego de Alto Jaguel, tuvimos unos 40 kilómetros hasta llegar a la Pre-Cordillera. Allí el camino empieza a subir y sigue subiendo hasta llegar a la Cordillera Principal a 4300 m.s.n.m.!!! Así es, 4300 METROS SOBRE EL NIVEL DEL MAR!
Eso es simplemente MUY alto! Mi referencia, como Sanmartinense es el Volcán Lanín de 3776 m.s.n.m., eso quiere decir que estábamos 524 metros más altos que el Lanín, en auto!.
A esa altura el viento es fuerte, frío, hay manchas de nieve por todos lados, incluso sobre la ruta, se congelan las vertientes naturales y también el río de deshielo. En más de una ocasión tanto nosotros como la otra camioneta que venía en la caravana nos «quedamos», hubo que palear, poner cadenas y empujar, toda una aventura!.
Al bajarnos del auto nos mareamos con facilidad y al trotar te falta el aire, la altura se hace sentir!
Vimos Cóndores, Guanacos, Vicuñas, antiguos refugios, montañas de colores, restos fósiles y los 3 volcanes más altos del mundo! Una excursión muy completa, que realmente vale la pena y que sin duda hay que hacerla con un guía!.
Éste fue unos de ESOS días!
Esos días en los que entendemos que este viaje realmente nos llena, que tenemos que seguir conociendo y que somos unos privilegiados por las experiencias que estamos pudiendo compartir en familia 🙂