Nos despertamos en Villa Pehuenia pensando en irnos temprano de donde estábamos ya que era el lugar más turístico y seguro se «llenaba de autos y gente a la mañana».
Bueno, no fue tan así. Parece que un sádabo 7 de Abril, ya en temporada baja, a las 9 de la mañana la cosa se pone tranquila.
Nos bajamos con el mate y charlamos con Charly, que había vivido en Martinez y se vino a Villa hace 14 años. Ahora tiene paseos en barco por el lago.
Nos fuimos al centro en busca de provisiones y Wi-Fi. Acá el 3g es casi inexistente!
Gabriel de Tripin Argentina me puso en contacto con María Luz, la Sub Secretaria de Turismo de Villa Pehuenia. Ella tuvo la amabilidad de hablitarnos el Camping Municipal, que estaba cerrado, pero nos dejaría quedarnos allí. Resultó un lujo, todo el camping para nosotros, con baños y 220v.
También nos dieron acceso a la Biblioteca Popular para que pudieramos trabajar. Se pronosticaban 2 días de fuertes lluvias, vientos y hasta nieve, por lo que nos parecía buena idea aprovecharlo editanto fotos y compartiéndolas. De paso, tendríamos un lugar donde pasar parte del día con Teo y no estar todo el día encerrados en la Casa Rodante en los días de lluvia.
Nos invitaron a que conociéramos el Batea Mahuida. Hablaron con los mapuches dueños de las tierras y nos dieron el pase para que pudieramos ir a sacar fotos y filmar.
Por primera vez dejamos la Casa Rodante en el camping y nos fuimos con «La Bestia» al Volcán.
Pasamos por la base del mismo, al lado de la laguna y seguimos un camino que nos dejaba un poco más arriba.
Nos preparamos para la caminata. La mochila de fotografía por un lado y por el otro, una mochila porta Teo.
Teo pesa 11 kg, la mochila unos 4 kg, 1 litro de agua, unas bananas, unas peras, pañales, óleo calcáreo y un pantalón extra para Teo. Con eso ya tenemos más o menos 18 kg, que en la subida se sienten!
Llegamos hasta arriba. Para nuestra sorpresa, hay un camino por el cual se puede subir en auto hasta arriba del todo! Es bastante empinado, pero eso no es problema para «La Bestia» que con sus 4 litros de motor y 190 caballos de fuerza nos pueden llevar casi a cualquier lugar que querramos.
En el medio de la subida tuvimos la suerte de ver pasar un Cóndor (Vultur Gryphus) volando por abajo nuestro que aprovechaba la corriente ascendente del viento que pega en el Volcán. Es increíble ver la forma en que los Cóndores aprovechan las corrientes de aire, es raro verlos aletear.
Una vez arriba tuvimos tiempo de hacer unas fotos, hasta que Teo no aguantó más. No sabemos si era el frío, el viento, o el hecho de estar hace tanto tiempo en esa mochila, pero el enano explotó en llanto. Bajamos entonces lo más rápido que pudimos. En total fueron 2 horas y media de caminata.
No llegamos a volar el Drone, esperamos que en unos días, pasado el temporal, el clima mejore y entonces poder volver y conseguir algunas imágenes aéreas de tan espectacular lugar.
No sólo el volcán es impactante, la vista que desde allí se puede apreciar lo es también. Se pueden ver 7 volcanes cuando el cielo esta despejado, y los Lagos Aluminé y Moquehue, de origen glaciario, son verdaderamente fascinantes.
Los siguientes dos días llovieron y el tercer día nevó! Nevo mucho! Nevo toda al noche y durante casi todo el día. Entonces, el 11 de Abril de 2018, en Villa Pehuenia, Teo conoció la nieve.
Nos escapamos con la camioneta hacia el Batea Mahuida. La máquina había limpiado el camino hasta un determinado punto. De allí en adelante no pudimos continuar, había más de 40 cm de nieve acumulados, y seguía nevando.
El día siguiente amaneció despejado, un espectáculo ver el cielo celeste con las montañas blancas tapadas de nieve.
Averiguamos y el camino hacia el Volcán Batea Mahuida seguía en las mismas condiciones, por lo que decidimos que después de tantos días en Villa Pehuenia, era hora de seguir camino.
Habíamos arreglado con mis viejos de encontrarnos en Andacollo o Chos Malal para ir juntos a conocer las Lagunas de Epu Lauquen (también conocidas como «epulafquen»), Las Ovejas, Varvarco, Aguas Calientes, etc., por lo que aprovechamos ese último día en Villa Pehuenia y salimos al día siguiente cerca del medio día.