Dejamos el Río Pulmari que tanto nos gustó para seguir camino. A los pocos kilómetros nos encontramos con la Laguna «Los Giles». Seguimos bordeando el río y llegamos a Piedra Pintada. La densidad de Araucarias se encontraba en aumento. Vimos un acceso público al Lago Pulmari y decidimos frenar y entrar.
Nos encontramos con piedras enormes que brotan del piso, como colocadas a mano, con araucarias milenarias y el Lago Pulmari. El paisaje nuevamente nos asombró. A algunas personas las enmudece, a mí me genera una excitación como si fuera un chico, corro de un lugar a otro, intentando verlo todo, sacando fotos sabiendo que era un lugar para volar el Drone. Al poco tiempo ya estábamos en el aire. Es un lujo poder inspeccionar toda la zona de esa manera, se logra percibir cosas que desde el suelo es imposible. El lago tiene islas de piedras, entradas y salientes, pastizales, mallines y bancos de arena que forman nuevamente una composición que sólo la Naturaleza es capaz de crear.
Después de un rato allí decidimos volver a la ruta. Siempre estamos atentos al nivel de hambre y sueño de Teo que a diferencia de nosotros, no puede aguantarse, por lo que organizamos gran parte del día en relación a ello. Además teniendo poco más de año y medio se encuentra en una etapa en la que la alimentación y nutrición son fundamentales y hacemos todo lo posible para que no almuerce pan en el auto, aunque a decir verdad, alguna vez lo ha hecho!
Pasando Piedra Pintada, la densidad de Araucarias aumenta considerablemente y se llega por fin a los famosos Bosques de Araucarias. Cómo explicarlo! Ni las fotos ni las palabras son suficientes para transmitir el clima que generan. Son árboles Milenarios, testigos del tiempo, con corteza de reptil y hojas que parecen prehistóricas. Dibujan en las siluetas de las montañas un perfil distinto al de cualquier otro bosque, en el que se destacan los troncos pelados rematados por su particular y característica copa.
Avanzamos muy lento, frenábamos todo el tiempo a sacar fotos. Ine me miraba ver las montañas y me decía «dale, saca esa foto». Increíble.
Hasta que de repente llegamos a los Paredones Geológicos. Es unos de esos lugares en los que sabes que vas a frenar, estar un rato, sacar fotos y volar el Drone. Tenemos 3 baterías del Drone, y queremos usarlas en los mejores lugares, muchas veces pensamos «volamos acá? o más adelante habrá un lugar mejor». Pero con lugares como éste y el del Lago Pulmari unos no se hace esa pregunta.
Extensos y muy altos paredones de piedra rematados por Araucarias. Una piedra con una marcada textura vertical que realza la verticalidad del tronco pelado de las araucarias para culminar en las copas que destacan la singularidad de cada una de estos árboles.
Las araucarias, cuando comparten el bosque con otros árboles, los sobrepasan en altura, como si fueran faros vigilando, formado unos bosques muy particulares.
Habiendo saciado en parte esta necesidad de registrar tan bello paisaje, seguimos adelante. Ine preparó Mate por 4ta vez en el día y nos dirigimos hacia Moquehue.
Entramos al pueblo, muy tranquilo, chico. Fuimos al Lago Moquehue. Dejamos el auto y la casa rodante en la calle, casi en la playa. Ine hizo budín de manzana! No tenemos horno, pero utilizando correctamente una cacerola Essen, se pueden hacer tortas, budín y pan.
Gracias a las reposeras y los amohadones que nuestros amigos de Chilly – Tranca Style Living nos proporcionaron estamos siempre cómodos, tanto adentro como afuera de nuestra casita rodante.
Desde la costa del Moquehue reconocimos al Batea Mahuida! Uno de los lugares que queremos visitar una vez que estemos en Villa Pehuenia.
Después de tomar un rico té, salimos para Villa Pehuenia. Llegamos justo para el atardecer. Fuimos al sector de «El Muelle», la costanera del pueblo, que es el lugar más turístico de la Villa. Hay un barcito y excursiones en lancha por lo que llegamos a ver, además de un extenso deck y muelle nuevo con senderos a miradores. La geografía de esta zona es increíble, el lago tiene muchas entradas y salientes de una escala muy chica, con islas de piedras que brotan tanto del agua como de la tierra.
Pasamos la noche allí, en el estacionamiento.