Pampa de Achala es una isla rocosa situada a más de mil metros de altura, atravesada por el camino de las Altas Cumbres, en donde confluyen una singular variedad de ambientes.
Las sierras grandes se dividen en tres sectores uno de los cuales constituye las Sierras de Achala, la cual esta conformada por roca granítica y presenta una ladera occidental escarpada.
Sobre este batolito se sitúa la Pampa de Achala, una especie de gran isla rocosa, creada hace 15 millones de años., una altiplanicie que se extiende entre los 1900 y los 2300 metros de altitud.
Su elevada planicie, con muy poca pendiente, posibilitó la formación y conservación de suelos, y la intrincada red de drenaje construyó, en su talud oriental, las profundas quebradas. Allí precisamente, nacen los ríos más importantes de la región.
Cubre una extensión de 65 kilómetros de largo por 8 kilómetros de ancho, de bordes abruptos y profundas quebradas.
Actualmente, la región conforma un área protegida por la provincia de Córdoba puesto que es Achala constituye la cuenca hídrica más importante de Córdoba. Aquí nacen la mayoría de los ríos que abastecen de agua a los cordobeses.
La temperatura máxima media anual es de 20º centígrados en la región montañosa y de 14º grados en las pampas de altura; durante el invierno el termómetro registra temperaturas mínimas de 5° bajo cero.
Además de su singular belleza paisajística, la Reserva Provincial Pampa de Achala -que prácticamente rodea al Parque Nacional Quebrada del Condorito- es una muestra de una notable variedad de ambientes.
De acuerdo a sus características biogeográficas, se la considera una «isla» ya que se distingue de otros espacios dentro del ambiente chaqueño, por la altura y las especies que la habitan. De este modo, el paisaje -similar al de la Cordillera de los Andes- muestra una vegetación dominante de pastizales de altura con bosquecillos aislados de tabaquillo.
Su particular eco-región, definida por la confluencia de provincias biogeográficas como la Chaqueña del Espinal, Pampeana y del Monte, ha recibido influencia de numerosas corrientes florísticas y faunísticas. Las Sierras Grandes con sus distintas alturas marcaron, en un reducido espacio, amplios y variados ambientes habitados por las especies que mejor se supieron adaptar a cada área. Sumado a ello, el relativo aislamiento de Pampa de Achala favoreció la evolución del entorno natural hacia el desarrollo de relevantes endemismos (especies de plantas y animales de un área única y limitada).En la actualidad, la región ostenta 20 especies vivas que no se encuentran en otras partes del planeta. Las especies animales conforman un verdadero mosaico, en su mayoría ligado a la región andina.
Biólogos e investigadores de distintas partes del mundo visitan Pampa de Achala para observar especies como el sapo y el escuercito de Achal; o el llamativo lagarto verde de Achala, el único reptil endémico. En las sierras, el zorro colorado tiene una raza típica y varias clases de aves son exclusivas de la zona.
Entre las especies animales que habitan la región se destacan las loicas o «pechos colorados» que hacen nido en el suelo o en roquedales de grandes dimensiones y formas caprichosas. Bajando hacia los arroyos, en ciénagas y pajonales altos, habita la culebra listada que se alimenta de las ranitas de zarzal.
Entre los mamíferos no endémicos, habitan el puma, el gato montés y el gato pajero. La yarará ñata es la única víbora venenosa y, entre los artrópodos, la hormiga cortadora colorada se diferencia por las dimensiones de sus nidos y caminos.
En las quebradas y laderas se forman bosquecitos de tabaquillo y maitén, llamado en la zona serrana quebracho, cuya coexistencia es un fenómeno biogeográfico único. El tabaquillo tiene parientes que se distribuyen a lo largo de los Andes desde Venezuela hasta nuestro país, mientras que el maitén proviene de los bosques del sudoeste argentino. La mayor densidad de estos bosques se da en las bases de las quebradas, donde adquieren una fisonomía selvática baja con gran cantidad de helechos y epífitas.
A medida que descendemos de la Pampa de Achala, los pastizales son reemplazados por matorrales, donde predomina el arbusto romerillo, y los bosques de altura dan lugar al bosque chaqueño serrano, con árboles de molle y coco.
En los últimos 200 años, de Pampa de Achala desaparecieron especies como el ñandú y el huemul del norte o «taruca», declarado monumento natural. Hacia la década de 1930, se extinguió en la zona el guanaco serrano. Algunas de estas especies podrían reintroducirse.
Imperdibles de Pampa de Achala
En el paraje la Posta -antiguo sitio de parada de caravanas en su camino hacia Córdoba- se encuentran el primer hotel de alta montaña de la región. Actualmente, el edificio fue restaurado y abre sus puertas con una interesante propuesta para los amantes del turismo de aventura.
En el paraje el Cóndor encontramos el segundo hotel construido en 1939 sobre el viejo camino de las Altas Cumbres. Hoy funciona como lugar de practicas para bomberos y policía. El paraje cuenta con un parador.
Desde el Cóndor, en el corazón de Achala, el viejo camino que une Mina Clavero con la ciudad de Córdoba, corre serpenteando las sierras. El viajero puede deleitarse cruzando los puentes colgantes y las curvas en forma de caracol que son sin duda las preferidas de eximios corredores de rally.
Las escuelas rurales que se encuentran distribuidas por la Pampa de Achala son: el Colegio Liqueño, Ceferino Namuncura y Pagliaro.
En el corazón de Achala, el viejo camino que une Mina Clavero con la ciudad de Córdoba, corre serpenteando las sierras. El viajero puede deleitarse cruzando los puentes colgantes y las curvas en forma de caracol que son sin duda las preferidas de eximios corredores de rally.
La Pampilla es el punto de referencia para el ingreso al Parque Nacional Quebrada del Condorito, único parque nacional de la provincia.
La visita al Parque es un paseo en sí mismo que requiere de un día casi completo. Otra opcion para quienes quieran conocer la vida del cóndor andino y recibir información pertinente, es visitar la sede de la Fundación Cóndor, ubicada en el kilómetro 69 de la Ruta 34. Allí hay un restaurante con vista panorámica donde se sirven a precios económicos unos suculentos platos criollos como el locro, empanadas y zapallitos en almíbar. En la sede de la fundación los visitantes pueden hacer visitas guiadas de manera gratuita por las instalaciones.
fuente: Secretaria de Turismo de Mina Clavero