El Monumento a los dos congresos, inaugurado en 1914, es obra de los belgas Jules Lagae, el escultor de las figuras, y Eugenio D’Huicque, el arquitecto que diseñó el basamento construido con piedra.
La escultura principal simboliza la República y está realizada en bronce oscuro.
El Monumento a los dos Congresos, de diseño neoclásico consiste en una Plaza Seca elevada, con 3 amplias escalinatas de acceso de granito. En el centro de dicha plataforma elevada, se encuentra la alegoría que simboliza a la República Argentina, en su estatua que pisa una serpiente (el mal), apoyando su brazo izquierdo sobre un arado, símbolo del trabajo y sostiene en su brazo derecho una rama de laurel, que representa la gloria.
Dos figuras femeninas evocan la Asamblea de 1813 y el Congreso de Tucumán de 1816, cuando se declaró la Independencia Nacional.
La fuente que se extiende hacia el Este representa el Río de la Plata, y dos figuras alegóricas simbolizan los ríos Uruguay y Paraná.
En la plaza se alza un monolito que indica el kilómetro cero de las rutas nacionales.
Realizado con motivo de la Celebración del Centenario de la Revolución de Mayo, el Monumento a los dos Congresos se alza imponente frente al Congreso Nacional.