Arrancó el invierno 2015 y las primeras nevadas ya cubrieron de blanco el suelo patagónico. Hay que abrigarse pero no sólo para combatir el frío, también para volcarse a la diversión en San Carlos de Bariloche, un parque de diversiones en la nieve. Una nueva aventura de la familia que viaja por la Patagonia, hoy, en la nieve de Bariloche!
Nos ponemos lo pantalones de ski que descansaron durante todo el verano, la remera térmica, el polar y la campera bien abrigada. Los gorros de colores y los guantes ya están listos junto a la puerta. Afuera nieva copiosamente, pero el aire es pura claridad. Las nubles dejan pasar algo de la luz del sol que se filtra hasta rebotar contra la nieve acumulada en el suelo que se ilumina como un foco incandescente.
Es el momento de jugar, la nieve no es sólo para los niños. Aquellos volátiles copos que flotan en el aire, atraen a todo el mundo. Bien abrigados salimos por bosque con nuestros borcegos bien ajustados y nos internamos hasta el lago Nahuel Huapi. En la orilla hay un bote abandonado que sirve de refugio para sentarse y contemplar la nevada sobre el agua. Los cerros y las islas circundantes desaparecen en medio de la nevada.
El silencio es absoluto. Los copos se depositan de a miles para acumularse en una masa que invita a dejarse caer como si fuera un colchón de plumas. Una y otra vez nos tiramos en la nieve que amortigua nuestros embates. La guerra de bolas de nieve llega en un instante y todos nos divertimos a lo grande. Por todas partes estallan y se confunden con la intensa nevada.
Detrás de nosotros, una larga colina invita a treparla. El esfuerzo demanda varios minutos pero la recompensa en grande. La pendiente le da velocidad a los trineos que se deslizan en carrera barranca abajo. Es quizás uno de los momentos más divertidos del día y se lleva muchas calorías.
Al mediodía nos subimos a la camioneta y nos vamos a Colonia Suiza, un lugar dentro del bosque a 25 kilómetros de Bariloche que conserva el encanto de los duendes. Una casita de madera nos recibe con la salamandra encendida. El calor de los leños seca nuestros guantes y nos reconforta mientras esperamos una rica sopa. Es necesario reponer energías para la tarde. El plato principal es un guiso de cordero y jabalí colmado de verduras. El calor se siente en el estómago y el sabor en la boca. El strudel de manzanas pone fin a un almuerzo sustancioso, muy necesario para afrontar el maravilloso invierno patagónico.
Nos despedimos de nuestros amigos y ponemos rumbo al cerro Catedral. Las pistas rebosantes de nieve están en su punto justo. Los esquiadores de la mañana, ablandaron el hielo de la noche y la intensa nevada dejó una buena capa de nieve polvo. Es el mejor momento para disfrutar de una buenas bajas con esquíes, pero esa ya es una nueva historia.
Por Ezequiel Lopez (www.librosdeviaje.com.ar)
Lugar: Bariloche | Río Negro | Patagonia Argentina.
Coordenadas Google Map: -41.138671,-71.314165
Coordenadas GPS: 41°08’19.2″S 71°18’51.0″W
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