La ruta 40 recorre más de 5000 kilómetros al borde de la Cordillera de los Andes. En Santa Cruz, a poco de comenzar su largo viaje, transita en solitario por paisajes de una belleza extraordinaria. En ese entorno, nos detuvimos para descansar y divertirnos un rato por donde sólo pasa el viento. Una nueva aventura de la familia que viaja por la Patagonia, esta vez en Santa Cruz.
Estamos a comienzos del mes de septiembre. El invierno todavía se mantiene muy frío con temperaturas bajo cero por la mañana, pero dentro de la camioneta, el clima está mucho mejor. Unos buenos mates calientan el cuerpo y las tortas fritas recién horneadas nos van despertando cuando partimos de Río Turbio con rumbo a El Calafate.
La ruta 40 pasa muy cerca del paso limítrofe Cancha Carreta, que hemos cruzado en otros viajes. Luego gira hacia la derecha hasta la estancia Tapi Aike desde donde sale el tramo del camino que estamos buscando. Una vieja estación de servicio es lo único que hay en esta intersección.
Salimos del asfalto para internarnos en el ripio. Las colinas le ponen ritmo al andar con suaves pendientes que descubren pequeñas lagunas con patos y aves que buscan alimento en la orilla. A poco de andar divisamos un lugar apropiado para detenernos. Una ambiciosa colina colmada de nieve fresca tiene una buena pendiente para probar los trineos.
Nos abrigamos y trepamos hasta lo más alto. Estamos completamente solos. Ni siquiera los guanacos espían desde la cima ya que emigraron hacia el norte en busca de agua y comida. La nieve fresca de la noche tiene una capa de escarcha que la hace más sólida para deslizarse. Tomás prueba primero y gana velocidad. Serpentea sobre la nieve como si estuviera esquiando y baja a toda velocidad hasta las rocas. La pendiente en la base se hace menos pronunciada y detiene su andar. Las sonrisas se amplifican en el eco de las montañas.
Es tiempo de hacer una carrera. Los tres nos disponemos en fila y a la voz de largada, partimos a toda velocidad barranca abajo. Los trineos se deslizan como saetas y disparan nieve hacia todas partes. La ladera no tiene desperdicio. El terreno sin obstáculos parece una gran pista de hielo. Sólo el viento sopla entre nosotros que seguimos trepando y deslizándonos por un largo rato.
Al cabo de unas horas, el hambre nos invita otra vez a subir a la camioneta. Nos quedan unos cuantos kilómetros antes de llegar a El Calafate, pero nosotros estamos preparados para almorzar durante el viaje. Una buena picada patagónica nos espera para renovar las energías que dejamos en la Ruta 40.
Por Ezequiel Lopez (www.librosdeviaje.com.ar)
Lugar: Ruta 40 sur | Santa Cruz | Patagonia Argentina.
Coordenadas Google Map: -50.942717,-71.687043
Coordenadas GPS: 50°56’33.8″S 71°41’13.3″W
Fuente y más info: www.librosdeviaje.com.ar
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