En el Jardín Botánico Chirau Mita podemos encontrar la mayor concentración y variedad de cactus de América Latina con unas 1500 especies.
Está ubicado en un predio donde la ruta provincial 12 hace una lomada al atravesar los cerros que bordean Chilecito.
Allí el verde y las espinas dominan el ambiente, aunque también hay otras tonalidades de flores, pelusas, frutas rojizas, moradas, amarillas, platinadas y umbrías, de numerosas y a veces caprichosas formas tanto en los tallos como en las hojas.
Desde los altos cardones que pueblan los paisajes montañosos del noroeste argentino hasta diminutas cactáceas que se mimetizan en tamaño y aspecto con piedras del suelo.
Suman unas 1.500 especies que pueblan un terreno que surge del borde del camino y se eleva en terrazas incaicas por la ladera de un cerro.
Esas terrazas no son sólo un elemento decorativo, sino que cumplen su función original, ya que están orientadas para concentrar los rayos del sol y para que las plantas puedan aprovechar la escasa humedad del clima riojano, en especial las que son oriundas de otros países.
De esos cactus y otras suculentas, unas 60 especies son autóctonas de La Rioja y el resto provenientes de variados orígenes, como México, Estados Unidos, África, Cuba, Ecuador y Brasil.
Chirau Mita, mas que solo un cactario
Chirau Mita, no es sólo un cactario, sino un jardín botánico con absoluta prevalencia de cactus, pero con presencia de otras especies del género de las suculentas, como aloe vera y agave.
La que más enorgullece a su dueña y creadora, Patricia Granillo, es una originaria de Namibia, cuyo nombre científico es Welwetsia Mirabilis.
Tiene como particularidad contar con una antigüedad genética de millones de años en el planeta, que vive entre 3.000 y 4.000 años y es representativa de las plantas amigas de la sequía.
El jardín botánico fue abierto en 2003, pero el proyecto lo inició Granillo, junto a su esposo, Sebastián Carod, en 1996, aunque ella se dedicaba al cuidado y conservación de cactus desde que era niña.
«Pensábamos que era un espacio necesario, por el lugar donde vivíamos y por la historia del país, porque el cactus es endémico del continente Americano y acá en Latinoamérica no había un lugar así»
Patricia Granillo, dueña y creadora
Sobre los visitantes que recibe Chirau Mita, explicó que hay muchos turistas que hacen una parada o una escapada durante sus vacaciones por Chilecito, la Cuesta de Miranda -a unos 30 kilómetros- o en su paso por la ruta nacional 40, que atraviesa la ciudad.
«Pero como nos conocen en todo el mundo, también vienen especialistas o coleccionistas de todos los continentes, interesados en conocer algunas especies y en saber cómo conservarlas«, precisó la dueña y cuidadora.
Museo Arqueológico de las Culturas
Además del Jardín Botánico, en el predio funciona el Museo Arqueológico de las Culturas, donde se exponen piezas de las culturas ayampitin, aguada, diaguita, inca y Belén, además de unos huevos de dinosaurios hallados en la zona.
Hay pinzas de depilar de piedra, urnas funerarias y figura de La Dama de Vichigasta, representa el culto a la fertilidad.
También hay unos huevos de dinosaurios que se encontraron en la región.
Chilecito es una base ideal para turistas que quieren recorrer los más importantes atractivos de La Rioja y además de particularidades como sus alfajores de vino torrontés o el imponente Cristo del Portezuelo.
Cuenta con este jardín botánico a unas 15 cuadras del centro, donde la Ruta 12 se llama avenida Coria Peñaloza, rumbo a la Puntilla, y vale la pena dedicarle una media jornada.