El Alfarcito es mucho más que un pintoresco paraje situado en las alturas de la Quebrada del Toro en la provincia de Salta.
Este lugar cuenta la historia del legado del Padre Chifri.
Además en este solitario lugar, entre Salta y San Antonio de los Cobres, se realiza la Fiesta y Feria de la Papa Andina.
Aquí el espíritu del padre Chifri los acompaña en todo momento.
¿Por qué se llama Alfarcito?
Su nombre se debe a que históricamente en la zona se practicó el cultivo de la alfalfa.
La imagen pastoral del padre Chifri quedará para siempre en El Alfarcito y las zonas aledañas de Rosario de Lerma, en Salta.
Fue allí donde el Padre había desarrollado una curiosa manera de acercarse a la feligresía.
La historia del Padre Chifri
Un día de agosto de 1999 un joven cura, mochila al hombro como único equipaje.
Así llegó a su destino sacerdotal en Salta: la capilla Santa Rita, en Rosario de Lerma, situada entre montañas, serranías y cultivos de papas.
Sigfrido Maximiliano Moroder, el Padre Chifri, usaba el parapente para volar de comunidad a comunidad en medio de tantos cerros.
Sigfrido Maximiliano Moroder, el padre “Chifri”, llegó para cumplir su misión pastoral en las comunidades de la imponente Quebrada del Toro, esos 59 kilómetros que unen Campo Quijano y Puerta de Tastil.
Caminador incansable, se acercaba a la gente diciendo “aquí estoy, vengo a ayudar”.
El curita al que Dios llamó muy pronto a su lado, cuando apenas tenía 46 años, hizo sencillo lo complicado y unió a las comunidades.
La obra del Padre Chifri en el Alfarcito
Reconoció en esa gente un campo fértil para sembrar amor.
Así fue que ellos lo ayudaron a levantar con 40 bloques de adobe el Colegio Secundario Albergue de Montaña El Alfarcito.
Este fue el primero del noroeste del país, junto a una solitaria iglesia de muros blanquísimos.
También fundó 21 escuelas en 27 comunidades, para alentar entre los jóvenes el desarrollo socio-económico de la región.
Para que se enraizaran en esa tierra.
El estudio brinda tres orientaciones: producción, turismo y artesanías, y una capacitación en construcciones bioclimáticas con tecnología solar.
Por ejemplo, transformar una pared en un calefactor.
El padre Chifri les decía “es importante que cada uno elija qué hacer con su vida”.
De los serreños aprendió a cantar coplas, contar relatos y compartir la devoción por San Cayetano, el santo patrono de todas las comunidades, oficiando misas, disfrutando del baile de los suris y saliendo en procesiones.
Aprendió además a aceptar que quienes viven en las alturas, siempre atentos y temerosos al clima.
Ese imprevisto fenómeno que arrasa cabras, ovejas y cultivos, le rezan a la virgen a la vez que veneran a la Pachamama.
A ambas, y con el mismo fervor, les piden que protejan sus cultivos de papas, arvejas, habas, maíz y alfalfa.
La fiesta de la Papa Andina
El día de la reciente Fiesta de la Papa Andina, edición 2016, comenzó con un desayuno popular y luego la milenaria costumbre del convite a la Pachamama, que realizó Esteban Vilca, de la Cooperativa Teki Masi.
Y en la iglesia, que fue el lugar más visitado, luego de la misa las comunidades homenajearon al laborioso Padre “Chifri”, precursor del encuentro.
Ese día se instalaron puestos de comida, hubo danzas, bailes y la alegría de los productores que celebraron las buenas ventas de papas, a los visitantes que se animaron a subir, entre nubes bajas, a las alturas de El Alfarcito.
El cura que, bajo el intenso sol del verano y el frío del invierno cordillerano, levantó un centro de artesanos, donde venden sus trabajos sin intermediarios, un centro de salud y otro deportivo, invernaderos y comedores.
Además logró la distribución gratuita de agua potable y la instalación de una radio con el sistema de Banda Lateral Única (BLU), el mismo que se usa desde alta mar.
El accidente del Padre Chifri en parapente
También voló en parapente y soñó con viajar por el aire de una comunidad a otra.
Pero una traicionera corriente de aire lo precipitó a tierra y lastimó su cuerpo, un daño que superó usando un par de bastones con los que siguió desafiando la agreste geografía de la quebrada.
Tiempo después, se supo de un vaticinio que Gladys Mota, mensajera de la virgen en la bonaerense San Nicolás de los Arroyos, le había transmitido a una hermana de Rosario de Lerma.
Le dijo: “alguien llegará a ustedes a evangelizar a la gente, y a ayudar y enseñar a los más humildes”.
Entendieron que aquel vaticinio se había encarnado en el padre “Chifri”.
La obra de la Fundación Alfarcito la sigue otro cura, el padre Walter, apostando a la educación, la innovación tecnológica y la defensa de la identidad.
El padre “Chifri” puede descansar en paz en la iglesia Santa Rita de Rosario de Lerma.
Cómo llegar a El Alfarcito
La ciudad mas cercana con aeropuerto es San Salvador de Jujuy, que se encuentra a 170 km.
Si de allí vas en auto:
Se puede llegar hasta San Francisco de Alfarcito luego de recorrer 170 km desde la ciudad de San Salvador de Jujuy.
Tomar por la RN 9 hasta Purmamarca y luego por la RN 52 hasta Salinas Grandes donde se encuentra la intersección de la RP 11.
Luego, continuar 22 km por ruta consolidada de tierra.
Otra opción es tomando la RN 9 hasta la localidad de Abra Pampa y luego por RP 11 hasta el pueblo de San Francisco de Alfarcito.
Si optas por ir en colectivo / bus:
Desde la terminal de San Salvador de Jujuy a San Francisco de Alfarcito hay varias empresas de media distancia (directo a la localidad) que cubren distintas frecuencias días y horarios.
Algunas son: Barrancas, Panamericano, Quiqueño, Balut Hnos y Andes Bus.
Dónde queda el Alfarcito
San Francisco del Alfarcito se encuentra a 10 kms. de Gobernador Manuel Solá, 218 de la ciudad de Salta y 170km de San Salvador de Jujuy.
Mas Información
Te dejamos un link para que conozcas la labor de la Fundación:
Fundación Alfarcito