La Casa de los Ameghino es un ejemplo típico y sencillo de la arquitectura doméstica bonaerense de la segunda mitad del siglo XIX. La caja muraria está compuesta por ladrillos cuyas medidas se acercan a 35x16x4 cm. asentados en barro.
Llegados de Italia el 8 de febrero del año 1854, Antonio Ameghino y María Dina Armanini se establecen en Luján, donde ya vivían Juan y Francisco, hermanos de don Antonio que habían llegado hacia 1839 y 1850 y adquieren para esa época un terreno ubicado sobre calle Las Heras, comenzando de esta manera con la construcción e historia de la casa donde vivieron y se educaron sus hijos Florentino, Juan y Carlos Ameghino, figuras emblemáticas e insuperables de la Ciencia Argentina.
La fachada principal se compone de cuatro pilares superiores de mampostería que dan cierto ritmo, molduras ladrilleras en su cornisamiento, dos puerta laterales y dos ventanas centrales terminadas en arco con sus dos rejas de hierro forjado.
Acompañan arquitectónicamente a la Casa de los Ameghino un vistoso aljibe en el centro del jardín y un antiguo cerco con sus rejas, sobre la línea municipal.
El interior de la Casa de los Ameghino presenta locales destinados a exposiciones históricas y culturales, donde no faltan restos fósiles hallados en las barrancas del legendario río Luján, cuna de la paleontología americana. En estos espacios interiores se observan restos de revoques en base a adobe.
Sobre el lateral principal encontramos mampostería original a la vista y paralelamente un hermoso muestrario de plantas y flores.
El contrafrente presenta una ventana y tres puertas de madera con salida a un patio custodiado de un lado por una pared con placas recordatorias y del otro, por una vistosa medianera de antiguos ladrillos.
En el fondo, varios árboles, flores y aves acompañan el panorama naturalista digno de nuestros sabios haciendo la delicia ocular de los numerosos colegios, investigadores y turistas que visitan la Casa Ameghino durante todo el año.