Amaicha del Valle es dueña de un paisaje privilegiado, un legado histórico y arqueológico enorme, posee uno de los mejores microclimas del mundo y años de tradición.
Todos estos son los condimentos que hacen de este destino otro de los pasos obligados del circuito Valles Calchaquíes.
Se encuentra a 164 km. de la capital tucumana, San Miguel de Tucumán.
Además se encuentra a 2000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Cuenta con una temperatura media de 20º C y un clima semiárido con un promedio anual de 360 días soleados.
Cada año, centenares de turistas eligen Amaicha del Valle para recorrer sus calles y sumergirse en un legado arqueológico sin precedentes.
Bodega comunitaria en Amaicha del Valle
Las características de su suelo y su clima hacen posible el desarrollo de la actividad vitivinícola.
Es por eso que se creó una bodega comunitaria, llamada Los Amaichas.
Se trata de la Tercera Bodega en el mundo que pertenece a una comunidad indígena, única en América del Sur; la misma, comenzó su actividad en 2011.
Cómo es Amaicha del Valle
La edificación de Amaicha del Valle estuvo en manos de comuneros que utilizaron el pircado como técnica ancestral de elevación de muros para el desarrollo de los habitáculos circulares interconectados.
Su construcción se caracteriza por la permanente interacción con la naturaleza.
En este proceso también participaron arquitectos de diferentes provincias, desde Tucumán a Mendoza.
Los profesionales se reunieron para el diseño de las instalaciones, todo bajo la supervisión de los miembros de la Comunidad de Amaicha.
Los materiales, naturalmente, fueron extraídos de la zona.
Actividades de Aventura
Por otro lado, aquellos que disfrutan de realizar actividades de turismo aventura, pueden realizar excursiones en 4×4 al desierto de Tiu Punco.
Tiu Punco, en lengua quechua significa «puerta del desierto» o «puerta del arenal».
Este lugar está localizado a 20 km desde la plaza principal y allí se pueden observar restos de bosque petrificados y especies pertenecientes a la fauna autóctona.
Otro de los imperdibles de Amaicha del Valle para visitar y disfrutar de su belleza y tranquilidad, es el Dique Los Zazos ubicado a 7 kilómetros de la plaza principal.
Desde aquí el visitante puede continuar su recorrido por el camino principal y unos 5 km más adelante se encontrará con el Río Amaicha.
Desde allí de continuarlo a pie descubrirá las cascadas del Remate inmersas entre paredones de piedras que forman la quebrada.
Esta zona es ideal para descansar o refrescarse en su vertiente natural.
El Museo de la Pachamama
Un clásico de Amaicha del Valle es el Museo de la Pachamama, en el corazón de los valles. Refleja las costumbres y tradiciones ancestrales de la Cultura Diaguita – Calchaquí. Fue inaugurado en 1998 y ocupa unos 10.000 metros cuadrados.
Posee cuatro salas dedicadas a etnología, geología, tapices, pinturas y patio de esculturas.
Durante la época de carnaval, el visitante podrá ser parte de la fiesta por excelencia de Amaicha: la de la Pachamama.
Es una celebración que cada año rinde culto a la Madre Tierra y tiene su origen en antiguos festejos vinculados a la fertilidad para el ganado y los cultivos.
Se elige a la Pachamama (la mujer más anciana del lugar), a la Ñusta (representa la fertilidad), al Yastay (deidad protectora de los animales) y al Pujillay (espíritu del diablillo del Carnaval).
¿Qué significa Amaicha del Valle?
En voz aborigen, Amaicha significa «reunión tranquila, lugar tranquilo donde asiste gente»
Con gran cantidad de opciones de alojamiento, gastronomía y actividades este poblado espera al turismo para recibirlo con la calidez de su gente y la belleza de sus paisajes.
Su geografía
El centro oeste de la provincia está atravesado por una depresión diagonal originada en una falla tectónica recorrida por el río Chadileuvú-Curacó, y una serie de humedales llamados Bañados del Atuel en el norte.
En el sur las lagunas de Urre Lauquen, Dulce y Amarga y las salinas o salares, restos de antiguas lagunas secas.
Finalmente, al oeste de la depresión del río Chadileuvú-Curacó el terreno vuelve a elevarse con la presencia de la Sierra del Fresco y la sierra del ya señalado Cerro Negro.
Por contrapartida en el sur y sureste de la provincia existen depresiones paralelas al río Colorado, típicas del relieve patagónico como el Bajo del Milico, El Bajo de la Escalera y el bajo de Choique Malal, algunas con cotas de hasta 50 metros bajo el nivel del mar.