El Vivero Dunícola tiene mas de 500 hectáreas forestadas con imponentes eucaliptos y varias especies de coníferas.
El paisaje ofrece un encanto fascinante, los caminos desarrollan sus intrincados trayectos subiendo y bajando en lomas y médanos entre añosos pinos que crecen junto a los aromos.
En primavera y verano los aromos florecen tiñendo de amarillo el paisaje y dando al aire un particular perfume.
Explorar sus caminos internos puede convertirse en una experiencia fascinante que permite penetrar en zonas menos transitadas e inaccesibles para los automóviles y otros vehiculos, descubriendo agrestes paisajes que parecen no haber sido alcanzados por otras personas, en ocasiones, alguno de estos caminos nos lleva por un cerrado monte que de pronto se abre dejando acceso a los médanos y el mar.
Algunos prefieren recorrer el Vivero Dunícola en bicicleta y hay quienes lo hacen practicando mountain bike entre sus senderos (aqui se desarrolló esa disciplina durante los últimos juegos panamericanos con sede en la ciudad de Mar del Plata), otros pasean a caballo o montando en cuatriciclos, motos y diversas clases de vehiculos todo terreno.
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