Ushuaia, la ciudad del fin del mundo, atrae a turistas de todas partes.
Quizás es por las experiencias increíbles que ofrece como las travesías fuera de ruta en 4×4, paseos en trineo, sobrevuelos en helicóptero o caminatas nocturnas con raquetas, entre otras.
Pero también ha desarrollado su ruta gastronómica, entre montañas, bosques y lagos, con platos típicos fueguinos.
O quizás su maravilloso centro de ski y sus emblemáticos eventos como la noche mas larga y el festival de música clasica más austral del mundo.
O quizás… haya más para descubrir…
Tierra del Fuego recibe por año más de 450.000 visitantes, mitad argentinos y mitad extranjeros, de los cuales 100.000 llegan en cruceros; 80.000 visitan su capital, Ushuaia; y 50.000 lo hacen para practicar esquí alpino, de fondo y nórdico, en el Cerro Castor y el glaciar Martial.
En gran parte por su reconocimiento como la ciudad del fin del mundo.
Su incrementó en la oferta de vuelos, alcanzando así las 55 frecuencias semanales, lo confirma.
Motivos del porque Ushuaia se posiciona como un destino turístico de primer orden
En Ushuaia el visitante puede tomar un city tour para ver lo que hasta mediados del siglo XX – 1904 y 1947 – fue la «Cárcel del Fin del mundo» y que en 1994 se reconvirtió en dos museos: el del Presidio, y el Marítimo, donde se exponen muestras relacionadas con distintos aspectos de la historia de la ciudad y sus pobladores originarios, material de las campañas antárticas y otros elementos y testimonios históricos.
Hacia el oeste de la la ciudad del fin del mundo, camino al Parque Nacional Tierra del Fuego, se puede tomar el Tren del Fin del Mundo, que ya dentro del parque combina con un bus que recorre la reserva natural entre turbales, lagunas y diques de castores.
El Tren del Fin del Mundo es un ferrocarril de época, que se desplaza en parte por el antiguo recorrido del tren de los presos, el cual partía desde la cárcel de Ushuaia hacia la ladera del Monte Susana a obtener materiales para la construcción.
A bordo del tren se podrá escuchar la historia del penal y deleitarse con magníficos paisajes, compuestos por el zigzagueante río Pipo, la cascada Macarena, el cementerio de árboles y el majestuoso bosque.
Entre las montañas que rodean la ciudad del fin del mundo se destaca en el noroeste el glaciar Martial, un lugar ideal para realizar en verano diferentes actividades, como trekking o caminatas, que pueden variar desde recorridos de pocos minutos a itinerarios de medio día o un día entero, con distintos niveles de dificultad.
Pero cuando llega el invierno y todo se cubre de blanco comienza a funcionar en el glaciar Martial un centro de esquí que cuenta con una superficie de 56 kilómetros cuadrados, muy bueno para practicar esquí alpino y, especialmente, por sus fuera de pista, de excelencia para los que cuenten con experiencia en ese deporte.
Desde arriba se puede observar el final del Valle de Andorra, el glaciar Vinciguerra y el cerro homónimo; y hacia el otro lado se abre una impactante vista sobre el Canal de Beagle y las islas Ambarino y Hoste.
Nuevas rutas gastronómicasenriquecen las opciones de turismo en esta ciudad de Tierra del Fuego.
Entre montañas, bosques y lagos, los platos típicos fueguinos perfilan una ruta gastronómica que une Ushuaia con Río Grande. Centolla, merluza negra y cordero asado, entre los sabores más representativos.
La oferta de pescados y mariscos titila a toda hora en marquesinas, desborda de las pizarras y llena páginas enteras en los menúes de los restaurantes de la ciudad.
La ruta 3 y los caminos serpenteantes que toman distancia del litoral costero para trepar los faldeos de la Cordillera apuntan hacia las pistas del centro de esquí Cerro Castor –párrafo aparte para este centro de esquí y la calidad de sus pistas y nieve – y una decena de parques de nieve, donde se imponen los paseos en trineos tirados por perros siberianos y los paladares se solazan con el cordero fuyeguinos, otro manjar que en estas latitudes no admite discusiones.
Como broche, Ushuaia también ofrece tango, en la Milonga del Fin del Mundo, casi frente al mar, y en el Café Latino de Walanika 140, donde los amantes de ese género, sean locales o turistas, se reúnen los domingos por la noche al son del dos por cuatro.
Tambien la renombrada Fiesta Nacional de la noche más larga que se lleva a cabo el 21 de Junio y elfamoso Festival de Música Clásica más austral del mundo.
Siempre tiene razones para volver, y no hay crisis que pueda con los encantos de Ushuaia.
Tomar una cerveza artesanal Beagle en Almacén de Ramos General -el mismo que el año pasado visitó el actor Leonardo Di Caprio- o disfrutar de una gloriosa merluza negra en Kaupése cuentan entre los programas clásicos, tanto como visitar el Parque Nacional Tierra del Fuego, navegar por el canal Beagle o visitar el Museo del Presidio.
Los locales prefieren ir a patinar sobre hielo a la pista municipal -funciona de mayo a octubre y está siempre llena- y después tomar un submarino en la confitería contigua, Yamana.
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