Se conservan ruinas de la capilla de Santa Bárbara, utilizada por los españoles como reducto fortificado, a principios del siglo XIX.
Posteriormente fue usada como mirador y depósito de municiones por el ejército del general Manuel Belgrano.
Dominan el paisaje desde lo alto del cerro los restos de la torre de esta iglesia que fue testigo de la historia del lugar.
Erigida en el siglo XIX, fue utilizada por el Ejército del Norte del Gral. Belgrano en 1812 y fue lugar de combate en 1837 durante la guerra contra la Confederación Peruano-Boliviana.
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