El Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación lanzó este miércoles nuevos protocolos para el funcionamiento de alojamientos turísticos y establecimientos gastronómicos para minimizar los riesgos sanitarios una vez que se reanuden sendas actividades tras el aislamiento social preventivo y obligatorio.
«Son herramientas concretas, recomendaciones sanitarias y pautas de atención que apuntan a fortalecer la cadena de valor y contribuir a preservar los empleos del sector, en línea con las nuevas demandas globales», afirmó el ministro de Turismo, Matías Lammens.
Los protocolos establecen entre sus primeros puntos el control de la salud del personal previo a su ingreso a trabajar para la detección de síntomas compatibles con la COVID-19.
También, el personal que tenga contacto con huéspedes deberá utilizar tapabocas y se buscará digitalizar los procesos de check-in y check-out -ingreso y salida- de los establecimientos y se evitará el servicio de «valet parking«. Asimismo, se deberá ofrecer alcohol en gel y utilizar los ascensores de forma individual.
Por otra parte, se recomienda prohibir el uso de piscinas y gimnasios en los hoteles, a menos que las autoridades sanitarias lo habiliten. El desayuno debería ser servido en las habitaciones de forma individual o con la modalidad para llevar. Otra alternativa que se sugiere es la planificación de turnos para que exista distanciamiento entre las personas en los salones.
Una vez que los huéspedes abandonen su habitación, las mismas deberán permanecer libres un tiempo prudencial para una desinfección y limpieza profunda.
En cuanto a los establecimientos gastronómicos, se sugiere trabajar con reservas previas para controlar la cantidad de comensales. Además, las cartas de los restaurantes serán digitales o plastificadas, para facilitar su desinfección, y las bebidas se ofrecerán cerradas en botella o lata.
También se recomienda que los bares y restaurantes separen las mesas, ofrezcan un servicio de reserva anticipada y eviten el autoservicio de alimentos.
Por otro lado, se plantea el cierre de las áreas de juego destinadas a los niños, la organización del personal de la cocina en turnos y desinfectar la vajilla y la cristalería en el lavavajillas, incluida la que no se haya utilizado en el turno.
Todas estas normativas serán implementadas según las exigencias de cada localidad respecto a la propagación del virus.