San Fernando del Valle de Catamarca es un centro turístico por excelencia de la provincia debido a su imponente arquitectura colonial y a que su ubicación geográfica lo ubica como enlace a muchos puntos turístico, excursiones, mountain-bike, cabalgatas, degustación de vinos.
San Fernando del Valle es la capital de la provincia de Catamarca y capital del Departamento Capital.
Esta bellísima ciudad se encuentra a orillas del río del Valle y al pie del cerro Ambato.
Ubicada a 550 msnm., tiene alrededor de 160.000 habitantes, éstos sumados a los otros departamentos del área Gran Catamarca (Valle Viejo y Fray Mamerto Esquiú), representan más de la mitad de la población de la provincia.
La ciudad está a 1.131 km de Buenos Aires. Muchos peregrinos llegan a San Fernando del Valle de Catamarca para visitar la Iglesia de la Virgen del Valle (1694), con la imagen venerada de Nuestra Señora del Valle.
El clima árido continental da a la zona una temperatura media anual de 21°C, con un máximo promedio de 34°C en verano y una mínima de 4°C en invierno. Las temperaturas en la alta montaña pueden descender a -30°C. Las precipitaciones son escasas, concentradas en los meses más calurosos.
Un asentamiento inicial, Londres, se estableció aquí por colonizadores españoles en 1558 y se fundó la ciudad recién el 5 de Julio de 1683 por Fernando de Mendoza y Mate de Luna.
Catamarca es una voz quechua que significa ‘fortaleza en la sierra’.
En 1754, surgió el primer establecimiento educativo de la provincia, el Colegio de San Francisco. La ciudad tenía sólo 8.000 hab. en 1882 y a pesar de la temprana llegada del FF.CC. en 1888, creció muy lentamente, permaneciendo la región sin desarrollo industrial inclusive hasta fines del siglo XX.
Frente a su plaza central, se encuentra la Casa de Gobierno y la Basílica Nuestra Señora del Valle. Visitar la iglesia, el convento de San Francisco y el Museo Arqueológico Calchaquí son paradas obligatorias.
Otros lugares interesantes son el Museo de Bellas Artes y el Folklórico, ilustrativo de las tradiciones catamarqueñas.
Atractivos turísticos de San Fernando del Valle
Los principales atractivos de la ciudad se ven vinculados a la impronta cultural y natural que se reflejan principalmente en el poncho catamarqueño, las comidas típicas y el folklore, que en muchos casos describen paisajes o momentos históricos-religiosos. Además la ciudad es el polo comercial más grande de la provincia, posee un gran número de museos, teatros, restaurantes, pubs y la realización de eventos deportivos, artísticos y culturales.
La ciudad resguarda edificios con un gran valor histórico que surgieron con la época dorada de la ciudad, conocida como la Atenas del Norte Argentino.
Uno de ellos es la Catedral Basílica Nuestra Señora del Valle. Se encuentra próxima a la plaza 25 de Mayo, una de las primeras plazas parquizadas en el país, ambas construidas por el arquitecto italiano Luis Caravatti entre los años 1859 y 1869. En el santuario pueden entrar 3500 feligreses.
La Virgen del Valle es considerada la Patrona Nacional del Turismo.
Por otro lado la Iglesia de San Francisco perteneciente a la orden de los franciscanos es un templo barroco-colonial ubicado en el casco céntrico.
Dentro del templo se halla el corazón de Fray Mamerto Esquiú, conservado como reliquia, y en su fachada, una estatua en honor al religioso.
Se encuentra dentro del Complejo Cultural Esquiú, que comprende además el Museo Arqueológico Adán Quiroga, el Museo de Historia Colonial, la sala Esquiú de arte sacro y la Biblioteca Sarmiento.
Otros puntos de interés son la Casa de Gobierno, diseñada, al igual que la Catedral Basílica, por Luis Caravatti, el Museo de Bellas Artes Laureano Brizuela, que cuenta con 400 pinturas y 30 esculturas de artistas de renombre nacional como Benito Quinquela Martín, Antonio Berni, Raúl Soldi y Emilio Caraffa, entre otros.
La fisonomía de San Fernando permite desarrollar diversas actividades, desde paseos comerciales y visitas culturales hasta actividades como senderismo, pesca, bicicleta de montaña y cabalgatas. Además conserva diversos circuitos religiosos, históricos y arqueológicos como el Pueblo Perdido de la Quebrada.
Debido a su accesibilidad, la ciudad funciona como el punto de partida para el recorrido de los importantes atractivos naturales del interior provincial.
Se encuentra próxima a villas veraniegas asentadas en las sierras de los alrededores, esto en conjunto ha permitido el crecimiento de la planta turística y de los servicios.