La Reserva Dunícola Faro Querandí tiene por objeto preservar integralmente el ecosistema de dunas costeras en su estado natural, junto con las especies de flora y fauna que en él habitan.
La Reserva Dunícola Faro Querandí es compatible con las llamadas de uso múltiple, donde se permiten aquellas actividades que no afectan el medio natural, tales como la investigación científica, el turismo, la educación, y donde es posible llevar a cabo estudios de manejo y conservación del ecosistema.
La Reserva Dunícola Faro Querandí cuenta con una superficie de 5.757 ha.
El área de la reserva tiene un frente costero de 21 km. donde la amplitud de la playas es uno de los rasgos más característicos.
Este es uno de los últimos lugares del mundo donde se conservan las dunas en estado natural, sin grandes modificaciones por la mano del hombre.
Se pueden observar dunas vivas, es decir aquellas que cambian de forma por la continua acción del viento; dunas fijas, o sea aquellas que poseen vegetación y bajos interdunales, zonas que acumulan las aguas de lluvia y que estan colonizadas por gran cantidad de vegetación.
Flora de la Reserva Dunícola Faro Querandí
El área de la reserva es muy importante en cuanto a la variedad de flora. Existen alrededor de cien especies autóctonas y exóticas distribuidas en diversos sectores.
En las dunas cercanas a la costa crecen matas de Spartina Ciliata, especie que fue de gran valor para la fijación de las dunas y la posterior forestación que llevó a cabo Don Carlos Gesell en la Villa.
Alrededor del faro existe un bosque de 4 ha. Formado por Pinos, Cipreses, álamos, Acacias, Tamariscos, y frutales varios. Este sitio es de gran belleza paisajista, ya que semeja un oasis en medio del desierto.
Fauna de la Reserva Dunícola Faro Querandí
Está representada por reptiles, anfibios, mamíferos y aves.
En el bosque que rodea el faro se observan: pico de plata, cabecitas negras, palomas, golondrinas, tacuaritas azules.
En los bajos interdunales con lagunas: teros, macáes, garcitas y curvillos.