Mar de las Pampas es un increíble lugar, cubierto por cordones de dunas, está ubicado en la costa atlántica, a sólo 5 Km. de Villa Gesell y a 390 Km. de la Ciudad de Buenos Aires.
Un lugar donde es perfecto el encuentro de los frondosos bosques con las amplias playas de arena blanca.
Parece increíble que hace unos 50 años este lugar mostraba solo desérticos cordones de dunas y no el frondoso bosque que muestra hoy. Esto gracias a la ardua e insistente acción de los fundadores de la localidad.
El comienzo la urbanización de la fracción correspondiente a Mar de las Pampas se planificó en manzanas cuadrangulares; pero hacia 1969 se comprendió que ésta no se adaptaba al paisaje irregular de cordones de dunas y valles boscosos.
Entonces se iniciaron los trámites correspondientes ante el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, solicitando la remodelación del amanzanamiento.
Finalmente, hacia 1971 se obtuvo la aprobación del plano actual de Mar de las Pampas, donde la urbanización respeta la naturaleza y la privacidad de sus habitantes.
La comercialización de parcelas se abrió hacia 1979, luego de 22 años de trabajo intensivo sobre la naturaleza del lugar, realizando campañas de forestación y fijación de médanos, y sobre la planificación del desarrollo de una ciudad turística respetuosa del medio ambiente.
Tiene diversas opciones de alojamiento y servicios para el visitante donde se destacan preciosas cabañas, chalets y departamentos bajos que se unen con el paisaje creando un lugar de características pocas veces vistas.
Mar de las Pampas ofrece un sin fin de actividades outdoor, tales como paseos a caballo, en bicicletas o sulkys, sandboard y deportes náuticos como windsurf, esquí acuático, wakeboard o natación.
Su clima es templado, con una temperatura media anual de 22°C. El verano muestra temperaturas agradables, que llegan a 33°C. El invierno, más fresco y ventoso, presenta temperaturas que oscilan entre los 2 y los 17°C.
Mar de las Pampas es mar y bosque en perfecta armonía con sus playas amplias y sus finas arenas, con su abundante vegetación y su ininterrumpible silencio, perfectos para el mejor descanso en contacto con lo natural.