Itatí
Se sabe que el Milagro de la Fe, mueve montañas, ataja invasiones y cura a los heridos, pero también tiene otras cualidades como la de unir a los pueblos. Si tiene la suerte de llegar a Itatí el 16 de julio descubrirá las manos cristianas que se acercan a atender a los peregrinos, pero si visita la ciudad unos pocos días antes, descubrirá un pueblo entero movido por su religiosidad.
Todos chicos, grandes y ancianos se preparan para el aniversario de la coronación de la Madre María arreglando las calles, preparando comidas para aliviar a los viajeros o embelleciendo la ciudad.
La temperatura media anual es de 21°C, con temperaturas máxima de 35°C en verano y una media de 10°C en invierno.
Todo transcurre mientras que la monumental Basílica, callada y omnisciente, se yergue como la altura máxima de la ciudad contemplando a pobladores y peregrinos en su devenir, no hay siesta, sol, ni lluvia que pare la celebración de la Fe. Originalmente el pueblo se ubicó aguas abajo, al oeste de su actual emplazamiento, lugar hoy conocido como Tabacué, en guaraní pueblo que fue, en el antiguo Puerto de Santa Ana, dominios del cacique Yaguarón
Historia
Aunque ya Sebastián Gaboto el 28 de febrero de 1528, había anclado en estas tierras, fue Fray Luis Bolaños, por orden de Hernandarias, quien funda el 7 de Diciembre de 1615 la Reducción de la Pura y Limpia Concepción de Itatí.
Allí se levantó una ermita y se colocó la Imagen de la Inmaculada Concepción de Guayrá traída del Uruguay por Fray Bolaños y Fray Buenaventura.
Para consternación de los creyentes, la imagen desapareció durante un asalto indígena.
Poco tiempo después los hijos de un nativo llamado José, encontraron la imagen sobre un montículo de piedras calizas a orillas de la boca del arroyo Yaguarí en su unión con el río Paraná.
Se dice que la Virgen, emitía un halo de luz a su alrededor y durante su aparición se escuchaba una extraña y dulce música.
Al enterarse Fray Luis Gamez, a cargo de la comunidad de Santa Ana, regresó la Virgen a su oratorio.
Según la tradición oral, la imagen volvió a desaparecer varias veces y era encontrada en el mismo lugar. Otra versión dice que la Virgen apareció en Tabacué y convenció a los indios de suspender un ataque contra el poblado.
Convencidos que la Virgen había elegido el lugar donde quería estar, el Padre Gamez y Fray Bolaños trasladaron el asentamiento religioso a donde se encontraban las piedras calizas y la zona de la vivienda del nativo José pasó a conocerse como San José, para poder recordarla a través del tiempo.
El nombre derivó en Itatí, debido a que en el idioma guaraní, Itá significa piedra. La terminación Ti, sin embargo, tiene dos acepciones, algunos aseguran que Ti es una abreviación de morotí, que significa color blanco, y otros que Ty es punta, Itatí sería entonces Piedra Blanca o Punta de Piedra.
En 1621 el sucesor del Padre Gamez, Fray, Juan Gamarra, encargó la construcción de un templo que albergara a todos los visitantes que la Virgen recibiera. El nuevo sacerdote, hablaba guaraní y se ocupó de registrar todos los sucesos milagrosos que ocurrieron en el lugar y que eran adjudicados a la Virgen de Itatí.
Es así que estas historias llegan a nuestros días.
En 1852, la cámara de Representantes de la Provincia disolvió el sistema comunitario franciscano y subastó las estancias suburbanas y las propiedades de la Reducción. En febrero de 1910, el Papa Pío X creó la Diócesis de Corrientes, y el 23 de Abril de 1918, la Virgen de Itatí, fue proclamada Patrona y Protectora de la misma. Su fiesta se celebra el 9 de Julio, pero la peregrinación conmemora el día de su entronización, ocurrida el 16 de julio de 1900.
El Tabacué
Palabra guaraní que significa: ‘pueblo viejo’, o Pueblo que fue. Es el lugar donde se originó Itati. Está ubicado a unos kilómetros al oeste de la ciudad, río abajo. Por allí Comandaba el cacique Yaguarón a la llegaba del primer español, Sebastián Gaboto.
La Manzana de la Historia
Es el solar que contiene a los edificios más antiguos o trascendentes de Itatí, la Basílica, al Museo Sacro, el camarín del Obispo Niella, la Escuela Parroquial y la Escuela Normal Es el solar que contiene a los edificios más antiguos o trascendentes de Itatí, la Basílica, al Museo Sacro, el camarín del Obispo Niella, la Escuela Parroquial y la Escuela Normal. La ciudad de Itatí presenta una encantadora postal de Pueblo Colonial, con calles de tierra, casas antiguas, playas de arena sobre la ribera del Paraná y frondosos árboles que brindan una sombra reparadora a los peregrinos.
Río Paraná
Es un excelente lugar para la pesca embarcada de especimenes de manduré, surubí, pacú, dorado y boga. Recorrer el río en un paseo en lancha y admirarse de los Bancos de Arena. Si le gusta remar, puede hacer excursiones en piraguas o kayac.
La Basílica de nuestra Señora de Itatí
Es uno de los Templos más importantes de América, erigido a pocos metros de la ribera del Paraná y frente a la plaza central del pueblo llamada Fray Luis Bolaños de la cual la separa una calle a modo de explanada que sirve como lugar de concentración para los fieles durante los festejos. Anualmente mas de dos millones y medio de creyentes, argentinos y de otros países de la región se acercan dando una muestra de su devoción y amor por la Virgen de Itatí.
Ubicada en Obispo Niella, esq. 25 de Mayo. TEL: 493103. Horarios de Secretaría: 8,30 a 12 y de 15,30 a 17,30 hs. Horarios de Bendiciones en Secretaría: 8,30 a 12 hs. y de 16 a 18 hs.
Museo de la Virgen de Itatí o Museo Sacro
El Museo Sacro se encuentra a la izquierda de la Basílica, en la antigua capilla de arquitectura neoclásica, que data de 1811, llamada también ‘Iglesia de Alegre y Obieta’ que albergó la imagen de la Virgen desde 1853 hasta la construcción de la Basílica. En la sala dedicada al arte sacro, se destaca las obras talladas en madera por los indios guaraníes, como la Cruz del Buen Ladrón del siglo XVIII, la imagen del Cristo de la Paciencia en madera policromada y el Cristo yacente con brazos articulados, Estos últimos correspondientes al siglo XVII.