Siempre que haya una pendiente, será posible deslizarse barranca abajo. Pero cuando no hay un centro de ski cerca, es necesario agudizar el ingenio. Con tan sólo algunas viejas cámaras de auto bien infladas, la diversión puede estar al alcance de tus manos. Contado por Tomás a sus 10 años en su libro “Una vuelta por la Patagonia”, una nueva historia de Libros de viaje.
Camino a Río Pico había poco asfalto y mucho ripio. Cuando llegamos fuimos a una gomería, después a una panadería y por fin encontramos el hotel viejo que buscaba mi papá. Camino a Corcovado nos encontramos con nieve en los costados de la ruta y bajamos a jugar. Es hora de decirles por qué fuimos a la gomería: ¡para comprar unas cámaras de auto y tirarnos por la nieve!
La goma iba rapidísimo por el hielo y me volqué varias veces. Con mi papá nos tiramos los dos juntos y también nos dimos vuelta, estuvo buenísimo!!! Yo me maté contra un árbol y mi mamá también se comió otro árbol. De repente se me ocurrió tirarme con la goma y el culipatín al mismo tiempo pero no me funcionó demasiado bien.
Entonces lo desafié a mi papá a jugar carreras a ver quién llegaba primero abajo. Yo elegí el culipatín sólo, sin la goma que se la dejé a mi papá. Nos sentamos en la cima de la colina y nos tiramos y mi papá que estaba con la goma ganó porque se deslizaba más rápido. Pero cuando llegó al fondo se estrelló contra un alambrado que había y perdió un zapato, que lo encontramos entre la nieve y la goma volcada.
Estábamos muy divertidos y nos reíamos a carcajadas. Cuando empezamos a subir la montaña para tirarnos de vuelta, los pies se nos enterraban en la nieve hasta la rodilla y se nos metía hielo en las botas. Después de subir bastantes veces y tirarnos también bastantes veces, mi papá y yo decidimos tirarnos juntos de esta forma; yo iba adelante con el culipatín y mi papá iba atrás con la goma. El frenaba y yo guiaba. Así nos pusimos de acuerdo. Cuando estuvimos listos, nos lanzamos y nos caímos, dimos vueltas y no funcionó tan bien como nosotros pensábamos porque papá enterraba los pies en la nieve.
Entonces subimos otra vez y probamos así; yo iba agarrado de las piernas de papá y él me agarraba de la cintura, y esta vez sí funcionó y fuimos a los recontra… hasta abajo y ahora nos estrellamos los dos contra el alambrado, pero no nos pasó nada. Mientras tanto, mamá nos sacaba muchas fotos. En el lugar no había nadie estábamos solos, solos.
Por Ezequiel Lopez (www.librosdeviaje.com.ar)
Lugar: Bariloche | Río Negro | Patagonia Argentina.
Coordenadas Google Map: -41.138671,-71.314165
Coordenadas GPS: 41°08’19.2″S 71°18’51.0″W
Fuente y más info: www.librosdeviaje.com.ar
Colección de libros y notas sobre Patagonia, viajes y deportes.