La Trochita, también conocida como el Viejo Expreso Patagónico, posee una sorprendente historia que se remonta a principios del siglo XX y actualmente constituye uno de los atractivos turísticos culturales más importantes de la Comarca y del país.
Actualmente la formación completa luce tal cual se fabricó hace 100 años, sin ningún tipo de modificación.
Esto hace de La Trochita un hermoso viaje al pasado.
Por la trocha angosta el tren tiene dimensiones más pequeñas que los trenes comunes, y apenas la gente lo ve, le cambia la actitud, quiere disfrutar a fondo del tren, tomar fotos.
El viaje inolvidable por la estepa patagónica en el emblemático trencito tiene una duración de aproximadamente dos horas cada tramo.
Es una experiencia única en donde los visitantes podrán revivir como era viajar hace muchos años.
La Historia de La Trochita
En el año 1908 se sanciona la Ley 5559 referida al fomento de los Territorios Nacionales, que promovía el desarrollo de la Patagonia mediante la integración de las áreas potencialmente productivas en los valles cordilleranos y la meseta.
De esta manera combinaría el uso del tren con vías navegables y puertos marítimos.
La ley autorizaba al Poder Ejecutivo a estudiar, construir y explotar ramales principales desde el Atlántico hasta la Cordillera, con derivaciones a diferentes puntos importantes.
Pero la ejecución del plan original sufrió interrupciones al renunciar primero el Ministro Ramos Mexía en 1913 y al estallar poco después la Primera Guerra Mundial.
En el contexto resecivo de la post guerra, el Gobierno decide finalmente construir el ramal a Colonia 16 de Octubre (Esquel) utilizando la trocha económica de 0.75 m.
La elección de la trocha de 0.75 m. posiblemente haya sido favorecida también por la disponibilidad de locomotoras de parte de algunas firmas proveedoras.
Se decidió adquirir, en 1921, todo el material ferroviario para unir no sólo Colonia 16 de Octubre con Ing. Jacobacci, sino también el necesario para extender dicho ramal hasta conectarlo con Puerto Madryn-Dolavon de trocha 1.00 m. que nunca llegaría a completarse.
Un Decreto Nacional del 7 de octubre de 1922 aprobó la modificación parcial y la ampliación del plan anterior, transformándolo en uno nuevo de ferrocarriles económicos de trocha de 0.75 m, totalizando un recorrido de 1225 kilómetros que no llegaría a concretarse.
La compra de vehículos de pasajeros y vagones para hacienda y cargas se realizó en 1922.
Finalmente en 1935 fueron librados al servicio los primeros tramos de la línea de ferrocarril que fueron ampliándose a medida que la obra progresaba.
En 1941 el ferrocarril llegó a El Maitén, sede de importantes talleres ferroviarios, y el 25 de mayo de 1945 el ferrocarril entró triunfalmente a la ciudad de Esquel.
La vida de la Trochita no fue muy larga como herramienta de comunicación, ya que el desarrollo de los caminos y autos lo convirtieron en una maquina obsoleta fuera de la competencia con los nuevos y más veloces medios de transporte.
Sin embargo, durante casi tres décadas contribuyó para la integración y desarrollo de la región del noroeste del Chubut y suroeste de Río Negro con la pampa húmeda y el puerto de Buenos Aires.
A partir de la década del ´60, por diferentes factores, todo comenzó a declinar, prolongándose hasta el cierre del ramal decidido en 1992 y concretado en 1993.
La amplia repercusión del posible cierre del ramal fue evitado mediante la oportuna intervención de los Estados Provinciales de Río Negro y Chubut en defensa de su patrimonio histórico.
Un tren a vapor de principios de siglo en estado original, lo llevará por la meseta patagónica y los valles de transición.
Un viaje cargado de historia en un verdadero museo rodante que lo deleitará.