Catedral Metropolitana
La Iglesia Matriz (la primera de la cuidad) nació 1573 con la cuidad de Santa Fe “la Vieja” y fue puesta bajo la advocación de la “Universidad de Todos los Santos” por Don Juan de Garay.
Al trasladarse la cuidad a la ubicación definitiva en 1651, ocupó el mismo sitio que la primitiva frente a la Plaza Mayor. La construcción en tres naves data de 1747 y los cambios más importantes que le dan el aspecto actual se desarrollaron en 1833, durante la administración del Dr. Amenábar.
En el año 1934 la Diócesis fue elevada a Arquidiócesis y es cuando recibe el titulo de Catedral Metropolitana.
En el año 1942 fue declarada Monumento Histórico Nacional y en el antiguo Baptisterío se conserva la histórica “Vera Cruz”, que diera origen al añadido del nombre primitivo de la Cuidad: Santa Fe de la Vera Cruz. Las pilas de agua bendita, ubicadas en el ingreso del recinto, fueron donadas por Don Juan Manuel de Rosas.
El frente neoclásico italiano está rematado por las dos torres campanario y las veleta “gallito” que datan de la construcción original.
Los muros son de adobe prensado de 1,35 mts. de espesor. El Altar contiene reliquias de San Jerónimo, patrono de la ciudad; y del mártir San Sarturnino, que pueden observarse a través de una ventana al frente del Altar.
En ella también están sepultado los restos del Canónigo José de Amenábar, el Obispo José Gelabert y Crespo, los Arzobispos, el Cardenal Nicolás Fasolino, y Vicente Zaspe, y los Gobernadores Simón y Manuel de Iriondo.
Se pueden observar las imágenes policromadas y de vestir de Santa Rosa de Lima Ntra. Sra. del Carmen, San Roque y San Jerónimo; así como la Cruz Mayor proveniente de la reducción de Mocovíes.
Iglesia y Convento de San Francisco
Sobresale la iglesia, comenzada en 1673 y finalizada en 1688. El convento fue terminado con posterioridad. Los muros, de gran espesor, fueron construidos con el sistema de tapia reforzada con hiladas de piedra sobre cimientos también de piedra. Los muros están revocados con barro y encalados. La cubierta de tejas se apoya sobre horcones de madera incorporados a la tapia.
La iglesia es de una sola nave, con galerías laterales cubiertas de tejas que descansan sobre vigas de palma. Su fachada es sencilla, con escasa decoración, destacándose la torre adosada al costado. Lo más llamativo en el interiores el trabajo del cielorraso, en madera ensamblada sin un solo clavo, de inspiración mudéjar: artesonado realizado con maderas duras y cedro paraguayo.
El encuentro de la nave con el crucero está resuelto con una falsa cúpula, apoyada en cuatro vigas de madera dura sostenidas por cuatro columnas del mismo material. El coro, sobre el acceso, está trabajado con la misma calidad artesanal y estilística. Este trabajo en madera es un ejemplo único en la arquitectura colonial americana.
La iglesia posee un Jesús Nazareno enviado por el Rey de España en 1650 y la Inmaculada de Garay, donada por la hija del fundador de la ciudad y que se encuentra en el lateral derecho del crucero.
Aquí también está la lápida de mármol colocada por el brigadier Juan Manuel de Rosas sobre la tumba del brigadier Estanislao López, con uñ epitafio escrito por él mismo.
En el patio del convento hay un reloj de sol construido en 1794 por el ermitaño Francisco Javier de la Rosa.
Basílica Nuestra Señora de Guadalupe
Originalmente existió una pequeña capilla de peregrinación construida por Francisco Javier de la Rosa , la que pronto se hizo insuficiente.
En 1904 se colocó la piedra fundamental de un nuevo edificio, proyectado por el arquitecto Juan Bautista Arnaldi en estilo neogótico francés. La planta es de cruz latina con una sola nave, sobresaliendo en su conjunto la escalinata de mármol, el retablo, el altar principal, los confesionarios y los vitreaux.
Nuestra Señora de los Milagros
La Compañía de Jesús fue una de las órdenes religiosas que se instalaron en Santa Fe la Vieja , donde construyeron una iglesia y un colegio.
Más tarde se trasladaron a Santa Fe, levantando este templo entre 1667 y 1700, y la torre en 1755. De la época colonial se conservan partes de los muros en tapia, la fachada y el altar mayor realizados por los indios de la Reducción de Loreto.
Vemos, además, la imagen de la Inmaculada Concepción , pintada en 1634 por el hermano jesuita Luis Berger en la primera Santa Fe, e imágenes procedentes de otras misiones.
El 9 de mayo de 1636, mientras el padre rector del colegio rezaba en la iglesia construida en Santa Fe La Vieja, pudo observar que de la imagen de la Virgen brotaban hilos de agua.
Concurrieron enseguida los padres y los vecinos, y se levantaron actas de lo sucedido. Con algodones se recogió el agua durante unas dos horas, la que fue repartida entre los pobladores, quienes le atribuían propiedades milagrosas.
A partir de este hecho, la iglesia fue nombrada bajo la advocación de Nuestra Señora de los Milagros.
En 1767, tras la expulsión de los jesuitas, esta propiedad pasó a poder de la Junta de Temporalidades y luego a los padres mercedarios.
Al retornar la Compañía de Jesús, en 1862, este terreno se encontraba ocupado por viviendas, por lo que iniciaron una labor de recuperación de toda la manzana que originalmente les pertenecía. En 1905 construyeron el actual Colegio, en estilo neorrománico.
La construcción de la primera iglesia comenzó en 1665. Entre 1747 y 1751 se levantó la actual, de tres naves con cielorraso de caña.
Siete columnas de ladrillos por lado separan la nave principal de las laterales.
Las paredes son de tapia y posee una torre.
Los primeros cambios datan de entre 1832 y 1834, cuando se alargó la nave principal y se construyó a actual fachada en estilo neoclásico italiano, con dos torres coronadas por cúpulas revestidas en mayólica, obra del arquitecto catalán Juan Roque.
En 1934 la iglesia adquirió el rango de Catedral Metropolitana.
A partir de 1940 se produjo la segunda modificación importante, cambiándose el cielorraso de la nave central por uno de bóveda de cañón corrido.
En 1982 y 1987 se agregaron capillas auxiliares, como la del Santísimo y la de Vera Cruz.
En su interior, la obra de mayor interés artístico es un bajorrelieve de Cristo, realizado en mármol por Pigalle y ubicado en la nave lateral izquierda.
Fue obsequiado por Juan Manuel de Rosas al gobernador Estanislao López quien, a su vez, lo donó a la iglesia.
Convento de Santo domingo e Iglesia Nuestra Señora del Rosario
Las primeras construcciones levantadas por los dominicos fueron precarias. Pese a ello, en octubre de 1810 se alojó aquí el general Manuel Belgrano, rumbo a la campaña del Paraguay.
Entre 1892 y 1905 se terminó la iglesia, según el proyecto del arquitecto Juan Bautista Arnaldi, en estilo neoclásico italiano.
El templo posee una sola y larguísima nave de 75 m de largo por 12 m de ancho. Tiene dos torres de 37 m y una cúpula que llega a los 50 m.
El interior cuenta con 16 vitreaux que representan distintas escenas de la vida de Santo Domingo de Guzmán y de otros dominicos.
Destacan, además, cuatro confesionarios de cedro, ricamente tallados, y la imagen de Jesús Nazareno, ubicada a la entrada.
Aquí se encuentran sepultados el primer gobernador autónomo de Santa Fe, Francisco Antonio Candioti, llamado Príncipe de los Gauchos, y el brigadier general Juan Bautista Bustos, quien fuera gobernador de Córdoba.