El caracolero de Claromecó es un sitio natural, de una belleza única.
Se trata de un cementerio natural de caracoles, donde aficionados y coleccionistas pueden encontrar numerosas piezas de diferentes tamaños y formas.
Cuando la marea está baja se puede apreciar cientos de caparazones de caracoles sobre la superficie rocosa.
Se encuentra a 8 km de la localidad y la única manera de llegar hasta allí es transitando por la vera del mar.
La preferida de los Pescadores
Es una de las zonas preferidas para los pescadores, que llevan una silla, clavan la caña de pescar y esperan el movimiento de la tanza mientras su mirada se pierde en la inmensidad del mar.
Tiene un clima muy relajado, es ideal para desconectarse o descansar del ruido.
En esta parte de la costa no está permitido bañarse ya que las fuertes olas podrían golpear a quien ingrese, contra una roca.
Además, no es recomendable estar descalzo, ya que el suelo resbala mucho y en algunas ocaciones, pincha.
Hallazgos Arquelógicos en el Caracolero
En la zona de El Caracoles se encontraron huellas de humanos junto a las de un megaterio, una especie de oso de unos 5 metros que vivía en la zona hace unos 12 mil años.
La importancia del hallazgo, radica en que hasta el momento se creía que los humanos no habían convivido con los llamados grandes mamíferos de el Pleistoceno.
Se cree que estos animales que habitaron la zona durante esta etapa, hace unos 10 mil años aproximadamente.
Los arqueólogos también indicaron que en el lugar se encontraron huellas de otros animales, especialmente aves, y un fémur de megaterio que está a la vista.
A su vez indicaron que el lugar fue una laguna y que en esa época estaba semi-seca, con lo que pudieron conservarse las huellas fosilizadas en el sedimento del fondo del espejo de agua.