Este edificio albergaba originalmente el convento de los monjes recoletos, que dio nombre al barrio.
Fue construido en 1732 en terrenos donados por don Fernando de Valdez e Inclán y su esposa, según el diseño de los arquitectos jesuitas Juan Kraus y Juan Wolf. Andrea Bianchi, otro arquitecto religioso, intervino en la construcción de la fachada y el acabado de los interiores.
El convento pasó a manos del Estado en 1822, tras la Reforma del orden eclesiástico.
Durante varios años, se dieron usos diversos al edificio. En 1859 funcionó aquí un asilo de mendigos, y fue entonces que el arquitecto Juan Antonio Buschiazzo agregó nuevos pabellones, aunque se conservaron intactos los claustros.
También funcionaron en el lugar un hospital, un cuartel y un hogar de ancianos.
Finalmente, en 1978 se proyectó el Centro Cultural, y los arquitectos Jacques Bedel, Luis Benedit y Clorindo Testa llevaron a cabo las reformas necesarias respetando la estructura original.
Estos trabajos y los anteriores dieron como resultado una impronta ecléctica, que combina elementos de estilo colonial con rasgos italianizantes y modernos.
El Centro Cultural Recoleta hoy
Actualmente cuenta con 27 salas de exposición, un microcine, un auditorio y un anfiteatro.
Se desarrollan en el lugar numerosas actividades: exposiciones de artes plásticas, recitales, conciertos, representaciones teatrales y eventos.
Además, cuenta con un área de formación que ofrece cursos y talleres, y un laboratorio de investigación y producción musical equipado con la más avanzada tecnología.