El origen de este pueblo está en su Capilla, denominada por eso la fundadora.
Dicha Capilla fue erigida en cumplimiento de una promesa, según una hermosa leyenda referida por el escritor copoblano José S. Álvarez («Fray Mocho»), fundador de la popular revista «Caras y Caretas».
La pajiza Capillita fundadora debió existir con anterioridad al año 1766, fundándonos para tal aserto, además de otras pruebas, en la siguiente: el año 1787 el Cabildo de Gualeguaychú se interesa ante las autoridades de Buenos Aires por una serie de necesidades de la Villa y aludiendo a la Capilla, dice: «este vecindario ha mantenido los curas a su costa durante más de 22 años, hasta que el último Señor Obispo Sebastián Malvar, proveyó con el cura que pertenece».
Lo que prueba, por otra parte, los sentimientos religiosos de este pueblo, que aún en el desamparo de las autoridades virreynales y sin organización estatal alguna, se preocupaba por sus necesidades espirituales, al sostener como podía las cuestiones relativas al culto de la Fe que heredamos de la Madre Patria.
primer sacerdote de que hay memoria en este pueblo, fue Fr. Francisco de San Bernardino, según un trabajo muy valioso del actual Cura Párroco de San José, Pbro. D. Pedro Blasón, titulado «La Iglesia de Gualeguaychú a través de más de siglo y medio de existencia».
Se conserva en esta Parroquia, como una venerada reliquia, el primer libro de Bautismos y Casamientos que llevara aquel benemérito sacerdote, con datos del año 1766, siendo éste el documento más antiguo sobre la existencia de nuestro pueblo.
Por eso puede decirse, con toda justicia, que la historia de nuestra iglesia es la historia de Gualeguaychú.
Cabe destacar que posee un órgano de más de 2200 tubos.
fuente:Obispado de Gualeguaychú
Salinas del Gualicho, la tercera superficie de sal más grande del mundo
Las Salinas del Gualicho conforman el cuerpo salino más extenso del país y se encuentra a apenas 60 kilómetros del...