El iceberg bautizado A-76, de unos 170 kilómetros de largo por 25 kilómetros de ancho y una superficie total de 4.320 kilómetros cuadrados, quedó a la deriva en el mar de Weddell.
El mayor iceberg del mundo -con una superficie equivalente a 21 veces la ciudad de Buenos Aires- se separó de la banquisa de Ronne en la Antártida, según imágenes de un satélite del programa europeo Copernicus, anunció este jueves la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés).
El iceberg bautizado A-76, de unos 170 kilómetros de largo por 25 kilómetros de ancho y una superficie total de 4.320 kilómetros cuadrados, quedó a la deriva en el mar de Weddell, según un comunicado de la agencia, citado por AFP.
El rompimiento fue observado inicialmente por el British Antarctic Survey (BAS), un organismo de investigación británico para las zonas polares que tiene una base cerca.
Hasta ahora el mayor iceberg del mundo era el A-23A, de una superficie de 3.380 kilómetros, a la deriva también en el mar de Weddell, según la ESA.
Las imágenes del inmenso bloque de hielo A-76 fueron tomadas por el satélite Sentinel-1, que pertenece al programa europeo de observación de la Tierra Copernicus.
Según el Centro Nacional de Hielo de Estados Unidos, el iceberg A-76 empezó a separarse el pasado 13 de mayo de la banquisa de Ronne.
La estación polar británica situada en la banquisa de Brunt, también en el mar de Weddell, fue testigo en febrero pasado de la ruptura de un iceberg de 1.270 kilómetros cuadrados.
En noviembre de 2020, otro iceberg gigante, que había sido el más grande del mundo cuando se despegó en 2017, llegó a acercarse peligrosamente de una isla recóndita del Atlántico Sur, amenazando las colonias de pingüinos y focas.
Este iceberg A68 se despegó de una gigantesca plataforma de hielo, llamada Larsen C, privándola del 12% de su superficie y volviéndola por lo tanto más inestable.
Otras partes de esta barrera situada en la punta de la península antártica se desintegraron en 1995 y en 2002.
El planeta se calentó más de 1º C desde la era preindustrial debido a las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por las actividades humanas, pero la Antártida se calentó a una velocidad dos veces superior.
La formación de icebergs es un proceso natural que el calentamiento del aire y de los océanos acelera, según los científicos.
Los icebergs son tradicionalmente bautizados con una letra que corresponde a la zona de la Antártida donde fueron detectados por primera vez, seguida de un número.
fuente: telam.com.ar