La Convención de Ramsar elaboró una lista de los humedales más importantes a escala internacional.
La Argentina es uno de los países en los que más abundan.
Los humedales garantizan un impulso determinante para la biodiversidad.
Los diferentes tipos comparten una condición primordial: el agua determina la estructura y funciones del ecosistema específico. En el Día de los humedales te contamos sobre los humedales de argentina.
La Convención sobre los Humedales, también llamada Convención de Ramsar o, simplemente Ramsar, por haber nacido, en 1971, en la ciudad iraní del mismo nombre, los define como todas aquellas extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de agua, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas.
Casi nada ni nadie podrían vivir en la sequía extrema.
Los espacios verdes, de suelos fértiles, ecosistemas armónicos y con presencia de agua suficiente para beber y cultivar son y serán las dimensiones de existencia más preciadas.
De tal forma, los humedales garantizan un impulso determinante para la biodiversidad.
Su alto potencial de productividad biológica los hace capaces de albergar numerosas y diversas especies.
La Argentina es uno de los países en los que más abundan según Ramsar.
En nuestro país están localizados en 20 puntos, entre los que se destacan:
Las lagunas y esteros del Iberá, en Corrientes
Las lagunas de Guanacache, Desaguadero y Del Bebedero, en Mendoza
Las lagunas Altoandinas y Puneñas, en Catamarca
El sitio llamado Jaaukanigás, al norte del Río Paraná, en Santa Fe
Las ecorregiones del Delta e islas del Paraná
Los humedales del Chaco
La bahía de Samborombón, en la provincia de Buenos Aires
El glaciar Vinciguerra y turberas asociadas, en Tierra del Fuego
El valor de lo que no tiene precio
Traspasado el umbral del cambio climático, queda claro que cada acción a favor o en contra del medio ambiente tendrá una contundencia irreversible.
Desafortunadamente, este punto límite no sólo inquieta conciencias sino también olfatos avezados en detectar lo que a corto plazo se consideraría un tesoro.
En este sentido, los humedales representan un cheque en blanco para la nación o individuos que los posean y los puedan usufructuar, pues día a día su valor como laboratorios de potencial biológico aumenta aceleradamente.
En el actual escenario ecológico, donde los recursos fundamentales son contados y el equilibrio entre ecosistemas vertebrales corre el riesgo de sufrir una desestabilización irreversible, los humedales juegan un papel decisivo para la conservación del planeta.
fuente y mas info: Acción Digital