Liebig en Entre Ríos, de ícono industrial a atractivo turístico. Las excursiones a Liebig se convirtieron en un nuevo atractivo turístico por los pintorescos paisajes que se pueden apreciar en este poblado ubicado a menos de 10 kilómetros de la localidad entrerriana de Colón, sobre el río Uruguay, que hasta mediados de la década del 80 albergó a la que fuera la segunda productora de carne en conserva más importante del mundo.
Un centro de interpretación que permite conocer las costumbres de lo que fuera la población de esa fábrica, un museo, las construcciones típicas de la época colonial que todavía siguen en pie, el Club de Pescadores, la gruta de Santa Rita, los restos de la productora y las hermosas vistas de los paisajes del río Uruguay son los atractivos salientes de este paseo histórico.
El lugar atesora una historia que se refleja en las fachadas y en los relatos de los 800 habitantes que a diario caminan esas calles, que se abren a los visitantes como testimonio vivo de un pasado industrial pujante que hoy es un importante atractivo para los turistas.
Liebig, Un pueblo abocado al turismo
Hoy, Liebig, como tantos otros pueblos de la zona, trata de abocarse al turismo como un modo de conservar su patrimonio y su historia. «Vimos que la manera más rápida para quebrar la inercia económica que se generó después del cierre de la fábrica era fomentar el turismo. Lo que ofrecemos diferente es el diseño urbanístico, la arquitectura muy particular y la historia. Estamos trabajando para ver si podemos dictar una norma que prohíba la modificación edilicia, ya que éste es un pueblo diferente», comentó Manuel Sánchez, presidente de la junta de gobierno.
Para esto se llevó a cabo la segunda edición de la fiesta del patrimonio que se realizó en enero donde se ofrecieron varias charlas sobre el tema. Además, este año se inauguró el centro de interpretación audiovisual que muestra con gigantografías y fotografías la historia de Liebig en Entre Rios, su sistema de producción, la vida social, deportiva y religiosa de aquellos años.
El museo está atestado de objetos de época y recuerdos de aquellos que dejaron su huella plasmada en Liebig. Una muestra de cuadros en donde los motivos más recurrentes son la problemática social del cierre de la fábrica y la vida tradicional y costumbrista de Liebig, se puede ver en El Zaguán, una pequeña galería de arte donde exponen pintores locales.
Como se encuentra a orillas del río Uruguay, hay un club de Pescadores donde se puede pescar además de quedarse unos días a descansar. La hostería Liebig es uno de los típicos chalets ingleses de la zona, que fue refaccionado para atender a los visitantes. Todos los habitantes del pueblo tienen alguna anécdota o algo que contar, orgullosos de su pago y de su pasado.
Alcanza con salir a recorrer Liebig para que su historia vuelva a cobrar vida y los personajes del lugar cuenten como el tesoro más preciado ese legado que le dejaron los ingleses.