La desembocadura del río Traful sobre el Limay en el Valle Encantado, es un imán para viajeros, pescadores, lugareños en busca de combustible, ciclistas, motoqueros, paisanos de a caballo y muchas historias patagónicas. Una nueva aventura de la familia que viaja por la Patagonia, esta vez en la desembocadura del río Traful.
En el lugar no hay nada. Sin embargo es un punto de encuentro de mucha gente que viaja por la Patagonia norte en distintas direcciones y al llegar allí se detienen extasiados quizás por tanta belleza, una energía que fluye como el viento que baja desde la cordillera y el oasis que pretende ser el único sitio habitado en éstas latitudes; una estación de servicio de ACA con tantos años encima como historia patagónica.
El puente que cruza al borde de la confluencia se extiende a lo largo de 400 metros. Hasta allí llegan varios caminos; la ruta nacional 237 que copia los caprichos del Limay, la ruta provincial 63 que cruza el Paso Córdoba hacia Villa Meliquina y la ruta provincial 65 que se desvanece hacia Villa Traful.
Sin importar el camino desde el cual se llegue, uno se detendrá inexorablemente atraído por el lugar. La primera reacción es estirar las piernas, pero al caminar por allí comienzan a develarse algunos secretos. Observar y escuchar, esa es la premisa. Si es la primera vez más aún, para entender la idiosincrasia de este sitio tan particular y privilegiado.
El rumor del viento siempre acompaña con su murmullo salvaje el ronquido de los motores que se detienen a saciar su sed. Junto a los surtidores, comienzan a entretejerse las historias, los rumores, los datos de interés, los cuentos y leyendas, las aventuras de aquellos que viajan y los misterios de los paisanos de la zona.
En la confitería es posible refugiarse del clima patagónico y saborear algún bocado con una taza de bebida humeante que saben deliciosos al paladar apurado por aplacar los impulsos del estómago. Una recorrida por el lugar nos acerca a la orilla a practicar un ritual que nunca hay que olvidar cuando se visitan estas tierras.
A pesar del frío, el viento y las nubes que amenazan soltando algunas gotas de lluvia, nos acercamos la Limay y mojando nuestras manos en el agua helada, tomamos un sorbo mágico que penetra en el cuerpo y nos templa el alma en un bautismo de entrada a la inmensa Patagonia.
Lugar: Confluencia / Río Negro / Patagonia Argentina.
Coordenadas: -40.7247697,-71.0937607
Fuente y más info: librosdeviaje.com.ar