Las misiones franciscanas es una de los principales centros de turismo histórico-religioso de la provincia es la Misión San Francisco Solano de Tacaaglé, localidad ubicada a 248 km de la ciudad de Formosa (sobre la Ruta Nacional Nº 86).
Su origen se remonta a casi noventa años atrás, cuando el Gobierno Nacional entregó a esa orden 16 leguas de campo para establecerse y ‘civilizar’ a los indios tobas.
Allí los franciscanos construyeron una capilla, talleres, oficinas y habitaciones, que pueden ser alquiladas hoy en día por los visitantes.
La capilla alberga objetos de indudable valor histórico. Entre ellos, se observan todo tipo de documentaciones, libros, vestimentas religiosas y candelabros.
A excepción de la capilla y las habitaciones, el resto del edificio se aprecia como ruinas.
Acercándose un poco más a la capital provincial, se encuentra la localidad de San Francisco de Laishí (a 70 kilómetros de Formosa), fundada por el sacerdote Pedro Iturralde en 1901, respetando el nombre del cacique del lugar. (sobre la ruta provincial Nº 1)
En esta Misión los franciscanos fundaron una escuela, construyeron una capilla, instalaron talleres y fábricas e instalaron el primer teléfono, con el objetivo de enseñar a los indígenas las prácticas de la industria rudimentaria, la agricultura y la ganadería.
La capilla de Laishí, al igual que el resto del convento, es la misma desde su fundación. Su estructura hecha en base a trozos de rieles y posee un subsuelo que albergaba antiguamente el correo y la farmacia.
Hay un museo dentro del edificio donde se exhiben armas utilizadas por la Policía de Territorios Nacionales, instrumentos de meteorología, un relicario, un telégrafo, el bastón del Padre Iturralde, arcos, flechas, una bala de cañón y el Libro de Bautismo de las Misiones Indígenas.
Se conservan aún la Capilla Sagrado Corazón de Jesús, perteneciente a las monjas Educacionistas de Cristo Rey que llegaron a la Misión a solicitud de los franciscanos, y las Ruinas del Ingenio Azucarero y el Aserradero.
