Libros de viaje: La calidez de la Patagonia

La Patagonia es una tierra de extremos, un lugar en donde las grandes distancias hacen que un desperfecto en el vehículo sea quizás un problema para sus ocupantes. ¿Será cierto eso?. Una nueva aventura de la familia que viaja por la Patagonia…

Era un 31 de diciembre. Estábamos detenidos poco después del mediodía frente a la Secretaría de Turismo de El Maitén, conversando con algunos amigos cuando uno advierte –che, tu camioneta está perdiendo aceite!

Abrimos el capot y nos asomamos curiosos para intentar dilucidar la falla, pero aparentemente no había razón para que hubiera tal desperfecto. Claro, ninguno sabía de mecánica. Lo que más lamentamos en ese momento es que se cortó la charla tan entretenida que teníamos para salir en busca de una solución.

Yo me fui hasta los talleres del ferrocarril, en donde conozco a los mecánicos que me contaron sus historias para mi libro La Trochita y pregunté por el jefe de taller, Carlitos Kmet. Se asomó por detrás de la caldera de una locomotora y me dijo yo sé mucho sobre locomotoras a vapor, pero de motores a explosión, te diría que nada! Buscalo a Michelena, él te lo va a solucionar.

Mientras tanto un Jeep destartalado se detuvo junto a la camioneta.
–Qué pasó- preguntó “el pelado”.
-No lo sé, pierde aceite- contestó Valeria.
Al ratito nomás llegué yo con el dato de buscar a Michelena. Sin darme tiempo a comentarlo “el pelado” me pregunta –¿tenés una soga para tirarla?
-Sí, claro, pero pierde aceite. Lo ando buscando a Michelena.
-Yo soy “el pelado” Michelena.
Bingo!!! Cuando las cosas se alinean todo fluye con naturalidad.

Llevamos la camioneta hasta su taller. Allí el pelado Michelena colecciona autos viejos y repuestos esparcidos por todas partes y sobre una gran mesa junto a la puerta, encuentra todo tipo de elementos que proporcionan soluciones.

Luego de desarmar algunas piezas detectó el problema; un retén roto. Pero en el pueblo no hay casas de repuestos y siendo fin de año será difícil conseguirlo hasta varios días después. -¿Ustedes tienen que seguir viaje, no es así? Entonces vamos a fabricar la pieza- dice nuestro nuevo mecánico. Y se pone manos a la obra revolviendo su mesa de trabajo, utilizando hábilmente sus herramientas y probando su creación en la camioneta. Mientras tanto, nos invitaron a hacer una nota en una radio acerca de nuestros libros y varias personas del pueblo nos contactaron para comprarlos mientras esperábamos.

Al cabo de un buen rato de trabajo y cuando estaba bajando el sol, Michelena da arranque a la camioneta. El motor suena fantástico y nos indica que vayamos a dar una vuelta. -Pero si ya conocemos el pueblo- le digo con humor y “el pelado” vuelve a posar sus manos en otro motor que requiere de su encanto.

La prueba se hizo de prisa porque estaba anocheciendo. Volvemos y preguntamos cuánto debemos, pero en un pueblo ferroviario la paga se realiza con un libro autografiado de La Trochita. La Patagonia tiene tantas historias de este tipo como gente hay en su vasto territorio. Sólo es preciso saber encontrarlas y no desesperarse frente a los percances porque tienen soluciones tan simples como ésta…

Ah, y el nuevo retén sigue en su lugar, funcionando correctamente y con muchos viajes más a la Patagonia.

Lugar: El Maitén | Chubut | Patagonia Argentina.

Coordenadas: -42.0529208,-71.1749268.

Fuente y más info: librosdeviaje.com.ar

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