Inexpugnable hasta la década del 50, el cerro Fitz Roy es una montaña sagrada para los patagónicos. Volcán, bloque de piedra, desafío, admiración, ícono, mito; son algunos de los nombres de esta gran mole de piedra. Una nueva aventura de la familia que viaja por la Patagonia, esta vez en el cerro Fitz Roy en El Chaltén.
Los mismos pioneros que se asentaron en su base, como el popular Andreas Madsen, atraído por la belleza del Río de las Vueltas, los bosques de la Cordillera y los glaciares que destrepan las paredes abruptas de los cerros, protegieron por años los dominios de la montaña frente a los osados escaladores europeos que buscaban vencerlo.
Las expediciones comenzaron a principios del siglo XX, pero tardaron más de 50 años en dominar su formidable estructura de más de 1.500 metros de pared vertical. Fueron los escaladores franceses Guido Magnone y Lionel Terray quienes lograron abrirse paso a través de la “supercanaleta” hasta la cima en dos días de escalada, haciendo vivac durante la noche colgados de la roca como los bloques de hielo que los azotaban desde el cielo.
Sobre los 3.405 metros de altura que coronan la montaña, pudieron ver el gran valle que se extiende hacia el este, donde miles de turistas en la actualidad admiran y fotografían el amanecer que enciende el color rojizo de la piedra como si estuviera emanando un gran chorro de lava.
Si la suerte te acompaña y el viento del oeste abre una ventana de buen tiempo, podrás ser parte de esta fantástica aventura y quizás observar con unos buenos binoculares, como un atrevido escalador se regocija en la cumbre más alta de los Hielos Continentales.
Lugar: El Chaltén, Santa cruz, Patagonia Argentina.
Coordenadas: -49.3312, -72.8867
Fuente y más info: librosdeviaje.com.ar