Las Padercitas, un sitio de gran valor histórico y cultural de La Rioja

Un conjunto de ruinas de barro conservadas tras una construcción de muros de piedra son parte de la tradición y cultura de La Rioja.

Las Padercitas es un conjunto de ruinas de barro conservadas tras una construcción de muros de piedra y junto a las cuales persiste aún un inmenso templo.

A Las Padercitas se puede llegar por Ruta Nacional 75, en la Quebrada de los Sauces, a tan solo 7 kilómetros al oeste de la ciudad de La Rioja.

Su verdadero nombre sería ‘paredecitas’, diminutivo de pared, o sea ‘pequeña paredes o taperas’.

Según la tradición, esas ruinas eran paredes de una posada donde habría morado San Francisco Solano en su paso por La Rioja.

El tercer domingo de Agosto los riojanos peregrinan a este lugar en veneración a San Francisco Solano y el Niño Jesús vestido de Alcalde; es una manera de recordar que en ese lugar el Santo apaciguó a los diaguitas que habían decidido atacar la ciudad y nombró ‘alcalde’ al Niño Jesús.

Según el historiador Pedro Bazán, son restos de un Fuerte que mandó a construir Don Pedro Jerónimo Luis de Cabrera en 1630 para defenderse de lo ataques de los indígenas.

Aunque ninguna de las dos teorías han sido probadas.

Las ruinas de barro se conservan dentro de una construcción de muros de piedra, existiendo al lado un templo con la misma técnica de construcción.

En 1942, estas ruinas fueron declaradas Monumento Histórico Nacional, y cada tercer domingo de agosto se reúnen allí los peregrinos de La Rioja, que caminan hasta allí para venerar al Santo apaciguador.

El templo que protege las ruinas fue construido en 1927 por órdenes del padre Bernardino Gómez, quien tuvo la idea de reservar estos importantes vestigios históricos de la intemperie.

La Peregrinación a Las Padercitas

La primera peregrinación a Las Padercitas fue encabezada en 1919 por el Padre Fray José Tomás Urquiza, superior del Convento de San Francisco.

Así es que surge esta tradición, que conmemora el milagro de la conversión indígena. Hasta hoy, se puede observar a los peregrinos realizando la Tradicional Peregrinación de San Francisco Solano a las Padercitas.

Los restos constan de paredes de adobe de unos tres metros de alto, y a unos tres metros de distancia unas pequeñas aberturas destinadas, acaso, a dar camino a las armas de fuego que los conquistadores utilizaban, o también posiblemente para vigilar el movimiento de los indígenas.

El templete fue construido con piedra de granito, con paredes arcadas y capiteles tallados.

Es un bello templo situado en un entorno natural encantador, accesible desde La Rioja capital por la Ruta Nacional Nº 75, en sentido oeste.

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