La Virgen del Cerro en Salta, el lugar donde cada rosario representa una historia de fe diferente

Virgen del Cerro, Salta

Virgen del Cerro, Salta

La Virgen del Cerro en Salta moviliza a miles de personas todo los fines de semana desde hace más de 15 años.

Se ubica en la cima de uno de los cerros que rodea a la ciudad de Salta y año tras año moviliza a más y más peregrinos.

Es allí en la virgen del cerro, donde se encuentra el santuario.

La capilla construida en honor de la Virgen María bajo la advocación de la Inmaculada Madre del Divino Corazón de Jesús.

En la construcción se utilizaron piedras y lajas obtenidas del mismo lugar y la mano de obra fue de los mismos peregrinos, que se ofrecieron como voluntarios de la Virgen.

Para que se cumpla con su pedido de construir un altar para que María Livia pudiera hablar con los fieles, a quíen en 1990 la santísima virgen se le apareciera, para comenzar esta gran historia de fé y pasíon.

La entronización de la Santísima Virgen del Cerro

La entronización de la Santísima Virgen se concretó el 8 de diciembre de 2001.

Desde ese entonces hasta hoy, la Virgen del Cerro y Maria Livia son visitadas todos los sábados del año por miles de fieles de todas partes cuyas experiencias hicieron de templo uno de los más importantes de Argentina.

Hoy día, el santuario dispone de todos los servicios para la comodidad de miles de fieles que la visitan.

Estacionamientos, senderos de accesos tanto peatonales, como vehiculares, atención médica y sanitaria y seguridad.

Además ofrece comodidad para 10 mil peregrinos alrededor de la Ermita.

El santuario esta abierto desde las 8 AM, los fieles llegan silenciosa y respetuosamente.

Los fieles llevan ofrendas a la Virgen, rosarios que son colgados en los arboles.

Estos rosarios impregnan el santuario de un ambiente mistico y religioso.

Cada rosario representa una historia de fe diferente.

Los miles de fieles hacen esperan en paz para a ver a la Virgen previo a la misa.

Conmovedoras historias, deseos, agradecimientos y sufrimientos son escritos y puestos en buzones para compartir con la Virgen.

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