La Iglesia Catedral de La Rioja es a la vez santuario de San Nicolás de Bari y además es un ícono de la capital de la Provincia de La Rioja.
Fue construida en 1910 e inaugurada en 1912, reemplazando a la antigua Iglesia Matriz, destruída por el terremoto de 1894.
Fue proyectada por el arquitecto Juan B. Arnaldi y mezcló diversos estilos históricos.
De ellos destacan el bizantino en la fachada, el gótico fantasioso de sus campanarios y la proporción barroco-italiana de su cúpula.
En el atrio está el mausoleo del prócer presbítero Pedro Ignacio de Castro Barros, quien representó a la provincia en la Asamblea del año XIII y en el Congreso General Constituyente de 1816.
En un pequeño recinto, adosado a la Catedral de La Rioja por detrás del presbiterio, se encuentra el camarín.
Este fue obra del arquitecto florentino Orestes Morganti, terminado en 1945.
Presenta un notable diseño por su fidelidad a los modelos de iglesias renacentistas del norte de Italia.
La Catedral de La Rioja guarda la imagen del obispo negro San Nicolás de Bari, de gran devoción en La Rioja.
Esta es una antigua talla en nogal, proveniente del Perú, del siglo XVII.
El Santo es Patrono Titular de La Rioja desde 1946.
Fiestas religiosas de la Catedral de La Rioja
Dos fiestas anuales honran al Santo, en Julio y diciembre.
La más importante es el Tinkunacu, celebrada el último día del año, al mediodía; entonces, la pequeña imagen es sacada en procesión a la calle por la cofradía de alféreces.
Allí se encuentra con la cofradía de aillis (mestizos) que trae al Niño Alcalde desde la iglesia de San Francisco, para realizar el histórico Tinkunacu o “ Topamiento ”.
En su interior se encuentran los restos de Monseñor Enrique Angelelli (Obispo, Pastor y Martir), asesinado por la última dictadura militar.