Herradura, el jardín de Formosa

Herradura, a 30 kilómetros al sur de la capital provincial, con una vuelta del río paraguay que le permite albergar una rica fauna de aves y peces, se erige como un polo turístico en crecimiento con concursos de pesca famosos en la región y un futuro promisorio.

En tres semanas, Herradura, de 4.000 habitantes, celebrará la Fiesta Nacional de la Piraña y pescadores de todo el país y visitantes extranjeros se lanzarán a sacar de las aguas a ese pez de mala fama cuya carne posee un alto contenido de vitaminas y que, además, se utiliza como alimento balanceado y abono.
En febrero, una gran cantidad de amantes de la pesca van a Herradura para la Fiesta Nacional de la Corvina, con el objetivo de dar con la pieza de río más grande, sin devolución, ya que este bellísimo ejemplar plateado no soporta el estrés de la captura y muere en segundos.
Juan Carlos Gómez, el intendente de Herradura, contó que cuando asumió el cargo fue a saludar al gobernador, Gildo Insfrán, y le dijo que no quería dedicarse sólo a «juntar la basura», con lo que consiguió el apoyo del jefe del ejecutivo provincial y trazó un Plan Estratégico de Turismo Sustentable para su municipio.
Actualmente, el municipio cuenta con cerca de 200 camas disponibles para los visitantes en cabañas y bungalows, y está en proyecto la construcción de un hotel casino de cinco estrellas, que tendrá cerca de un centenar de plazas para quienes lleguen en busca de los mejores paseos de pesca y avistaje de aves y fauna.
El funcionario precisó que ya tienen la aprobación de la gobernación para levantar el casino y el moderno hotel, pero no reveló si se va a instalar en la ciudad o sobre la costa.
Gómez relató que el recodo que hace el río Paraguay en Herradura hizo que muchos barcos erraran el rumbo y visitaran su costa sin intención. En principio, al pueblo se lo llamaba «Erradura«, pero con el paso del tiempo le agregaron la hache.
En el recodo del río, un par de bancos de arena se convirtieron en islas que dominaron el centro de la bahía, pero en el extremo norte el río Cortapik avanza hasta el Paraguay y conforma un paseo fabuloso entre camalotes, arboles repletos de lianas y enredaderas donde viven monos, yacarés, serpientes y muchas otras especies.
La salida a ese recorrido laberíntico que conforma el río es el camping Chuqui-cué, donde existen sitios de acampe con todo tipo de servicios y un balneario cohesionado con arena de descarga que mejora aún más el paisaje.
El panorama cambia según el nivel del río por lo que la bahía puede tener dos salidas, una hacia el sur hacia el río Paraguay, y otra hacia el norte, por el Cortapik, que es más estable aún cuando los islotes que lo limitan cambian y hasta se sumergen con crecientes muy grandes que aparecen cada 10 años.
En el paseo a la cercana localidad de Punta Porá, además de los camalotes puede haber irupés, que en primavera levantan sus flores rosadas muy similares a la flor del loto de Japón.
Para llegar a la costa desde Herradura se debe pasar por el puente del Río Salado, una vez que se dejó la ruta 1, luego de lo cual aparece el camping de la Unión del Personal Civil de la Nación, el de el Centro de Empleados Públicos de la provincia y las Cabañas de la Laguna, un complejo privado, como la Quinta Los Tucanes.
Fuente y más info: www.telam.com.ar

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