Lago Espejo y la gran tormenta en los Siete Lagos. A veces el clima se desvanece encima de nosotros y una tremenda tormenta que sacude todo el bosque, nos hace vivir una noche espectacular y diferente. Una nueva aventura de Libros de Viaje, la familia que viaja por la Patagonia!
La tormenta descarga toda su furia en una noche intensamente oscura y estremece todo a nuestro alrededor. El agua arrastrada por ráfagas de viento golpea implacablemente. El ruido es ensordecedor. Las ramas de los árboles se sacuden, la lluvia rebota por todos lados y el aire silba abriéndose paso ante cada obstáculo que encuentra.
Dormimos en una carpa igloo para dos personas que casi no supera el metro veinte de altura. Sólo hay lugar para nosotros dos y los abrigos que tenemos puestos. El sobretecho se sacude violentamente y descarga toda la furia de la tempestad, humedeciendo la tela pero manteniéndonos bien secos. Dormimos abrazados muy juntos dándonos calor mutuamente protegidos por los cubrecamas y los sacos de dormir.
Despertamos muy temprano. Es espectacular lo que estamos viviendo con el ulular del viento, el sonido de las gotas rebotando por todas partes, los árboles que sacuden sus ramas y las olas del lago golpeando contra las rocas de la orilla. Nos abrigamos para salir del calor de las frazadas y cargar todo en nuestra camioneta, pero será necesaria mucha astucia para mojarnos lo menos posible.
Abrimos los cierres de de la carpa e ingresa una bocanada de aire helado, pero estamos bien abrigados. Tomás con sus 5 años se mete valientemente debajo de la cúpula de la camioneta y comienza a recibir todo lo que le paso desde el interior de la carpa. Una vez vacía vuelve para la gran aventura de desarmar nuestro refugio.
Para evitar una mojadura, lo hacemos a la inversa de lo habitual, es decir de adentro hacia afuera. Separamos todos los anclajes y dejamos el sobretecho armado con las varillas clavadas en el suelo. Incluso retiramos todas las estacas. Listos para el gran momento, nos trepamos a la camioneta con un par de sogas del extremo del techo y tiramos. Las varillas se desprenden del suelo como resortes y todo el conjunto ingresa a la camioneta, empapado, pero yendo a parar al lugar previsto para guardarlo.
El camino de salida está colmado de barro y la doble tracción debe trabajar a destajo. La aventura nos divierte y como niños, jugamos a ensuciar aún más toda la camioneta. Finalmente y al cabo de andar algunos kilómetros y dejar atrás algunos cerros, el tiempo se despeja y sale otra vez el sol. La Patagonia es así y nosotros lo sabemos, por eso nos encanta y nos prestamos a estas locuras.
Nos detenemos a la orilla de un arroyo a tomar un buen desayuno caliente y secar las pocas cosas mojadas. Los Siete Lagos siempre entregan buenas aventuras y mientras saboreamos un buen chocolate caliente comentamos todo lo vivido.
Lugar: Lago Espejo | Camino de los Siete Lagos | Neuquén | Patagonia Argentina.
Coordenadas: -40.5968, -71.7156 | 40°35’48.5″S, 71°42’56.2″W
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